No volver a delinquir durante un periodo de tres años y realizar 120 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Esta es la pena que impusieron ayer los magistrados de la Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, a un joven por asestar dos botellazos a otros varones en una discoteca en la calle Uruguay de la urbe olívica.

El vigués fue condenado a un año de prisión por cada uno de los dos delitos de lesiones causadas a las víctimas, pero se le suspende la ejecución de la pena supeditada al cumplimiento de las condiciones antes señaladas. La vista se resolvió con un acuerdo de conformidad entre las partes. La Fiscalía aplicó la atenuante de reparación del daño al haber abonado el acusado las indemnizaciones a los perjudicados cifradas en casi 20.000 euros. Ante el reconocimiento de los hechos por parte del procesado, la presidenta del Tribunal procedió a dar lectura a la sentencia "in voce", un fallo que ya es firme dado que las partes anunciaron su intención de no interponer recurso.

Los hechos se remontan a las navidades de 2015, cuando el ya condenado se encontraba en una céntrica discoteca de la ciudad. Como se indica en el escrito fiscal, relato que admitió el propio acusado, el joven "con intención de menoscabar su integridad física" y sin que "conste motivo alguno", se acercó a una de las víctimas a la que, tras tirarle la copa que sujetaba al suelo, "le golpeó" en la cabeza con un botellín de cristal. Cuando el otro joven acudió en defensa del primero, el acusado, "con idéntica intención", le asestó otro botellazo a este varón con el mismo objeto. Las lesiones le produjeron a las víctimas cicatrices en la zona nasal, en la mandíbula, frente y también hemorragias oculares. El acusado se enfrentaba a una petición de 8 años de prisión, si bien llegó a un acuerdo con el fiscal tras abonar también las indemnizaciones.