Un año de cárcel como autor de un delito de exhibicionismo y provocación sexual. Es la pena que pide la Fiscalía para Reinaldo Manuel C.P., un hombre natural de Portugal ya condenado por abusar sexualmente de una menor que presuntamente se masturbó ante dos adolescentes y ante otra joven, hechos ocurridos hace dos años en la playa de Samil de Vigo y en una cala próxima. La vista se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de la urbe olívica en ausencia del acusado, que por segunda vez no compareció a la citación por este caso.

El imputado fue sentenciado en 2010 por la Audiencia Provincial de las Palmas de Gran Canaria a tres años de cárcel por un delito de abuso sexual con acceso carnal sobre una menor. Algo en lo que ahondó ayer el fiscal para solicitar que se le aplique la agravante de reincidencia. "Ya ha sido condenado por delitos más graves", dijo, insistiendo también en que su incomparecencia en el juicio debe tenerse en cuenta como un "indicio incriminatorio" más en su contra.

Quienes sí acudieron fueron las perjudicadas. Entre ellas hay dos adolescentes de 16 y 17 años -hoy ya mayores de edad- que aquella tarde del 11 de julio de 2015 estaban en la cala de Cocho das Dornas. "Vino un señor, se sentó delante y empezó a llamarnos; cuando miramos se masturbó", coincidieron. En la zona había padres con niños que empezaron a llamar la atención al hombre. Uno de los adultos alertó a la Policía.

Un pañuelo "rojo"

El acusado también molestó a otra joven en la parte final de Samil. Era un día de calor y la playa estaba repleta de familias con niños. "Estaba en la toalla con los cascos escuchando música y cuando abrí los ojos me lo encontré a mi lado masturbándose", declaró. Como las menores, recuerda que el hombre llevaba un "pañuelo rojo" en la cabeza -era la camiseta, que la había enrollado-. "Se escapó corriendo a la otra playa y poco después escuché a unos señores que le gritaban e insultaban", ahonda la chica, que, tras telefonear a la Policía, decidió seguirle para que no se escapase.

El "pañuelo rojo", que el hombre se quitó de la cabeza mientras huía, fue clave para que no le perdiese de vista. Al llegar la Policía Local, la joven les dijo quien era el exhibicionista, que fue detenido. También acudió la Policía Nacional, que describe que el acusado estaba "un poco bebido" y muy alterado. El abogado defensor pide que se le aplique una eximente al entender que su cliente es "incapaz" de comprender la ilicitud de su conducta.