Lo que inicialmente iba a ser una asesoría terminó convirtiéndose en un hogar. La Fiscalía pide para A.B.A. dos años y medio de prisión. Transformó una oficina alquilada en su domicilio. Además, el acusado supuestamente robó parte del mobiliario que le había entregado el arrendador, ocasionó múltiples desperfectos en puertas, ventanas, alicatados o tuberías y dejó de abonar la cuota mensual establecida en el contrato de alquiler. El denunciante se presenta como acusación particular por los daños y perjuicios sufridos. Al margen de lo que relata el Ministerio Público, el inquilino realizó presuntamente consumos "muy elevados" de luz y agua.

El 11 de noviembre de 2013, los propietarios del inmueble y una persona que trabajaba con el acusado firmaron un contrato para el alquiler de un local para darle un uso de oficina-asesoría. El imputado, según la fiscal, hizo uso de la oficina como lugar de residencia habitual. Fue más de un año después, el 16 de diciembre de 2014, cuando la comisión judicial procedió al desahucio por los repetidos impagos. Una vez en su interior los propietarios del local comprobaron que el acusado supuestamente había hecho suyo parte del mobiliario, valorado en algo más de 1.000 euros. Además, la oficina había sufrido desperfectos por 5.059 euros.

Por todo ello la Fiscalía solicita 15 meses de prisión y multa de 6.300 euros, así como el pago de una indemnización. El juicio iba a celebrarse ayer, pero se aplazó a julio.