"Aumentan las donaciones, sobre todo las de médula ósea, cada día crecen y bastante además", se felicita Celso García, presidente de la Asociación de Doadores e Receptores de Órganos de Vigo, Adrovi, uno de los voluntarios que esperó ayer en A Peregrina de Pontevedra la llegada de los participantes en la marcha solidaria "700 camisetas contra la leucemia". Esta reunió a caminantes, corredores y ciclistas de todas las edades, desde los 11 a los alrededor de 80 años, que cubrieron la distancia entre Vigo y Pontevedra por el camino de Santiago en una mañana llena de optimismo por el auge de las donaciones que salvan vidas.

Finalmente fueron 770 los caminantes, corredores y ciclistas que se animaron a participar en la Marcha contra la Leucemia, una cita que llegó a su octava edición y que de nuevo careció de carácter competitivo, de modo que cada participante pudo recorrer el itinerario a su ritmo, incluso parando a comer como hicieron varios grupos a la hora del almuerzo.

Por su parte, los más entrenados llegaron a la plaza de A Peregrina en la ciudad del Lérez pasado el mediodía. El más rápido fue Alfonso Pumares, que tras bajarse de su bici pudo recuperarse con un masaje a cargo de los profesionales de la Escuela Europea Parasanitaria y que es un buen ejemplo de la diversidad que define a esta cita solidaria: "Tengo casi 70 años", explica, "y vine con la bici en la mano hasta el Alto de la Encarnación en Redondela, salí de Vigo andando y después pedaleé? No me ha resultado muy duro, vine a mi ritmo ya que esto no es competitivo".

Unos minutos más tarde que Alfonso Pumares llegó a la ciudad del Lérez un nutrido grupo de DisCamino, asociación que agrupa a personas con diversidades funcionales que hacen el Camino de Santiago y que, finalizada la marcha de ayer, ya se proponen nuevos retos como la Transpirenaica o la Ruta de la Plata. Sus integrantes (personas con sordoceguera, parálisis cerebral, autismo, etc.) realizaron la marcha en triciclos adaptados y dirigidos por los copilotos.

Además del servicio de masaje, los participantes dispusieron de avituallamientos y también se instaló en A Peregrina un puesto para divulgar las donaciones. Fue una oportunidad para celebrar que año a año aumentan estos gestos altruistas. La marcha solidaria coincidió además con el nacimiento de la Asociación FranGil contra la leucemia. "Lleva el nombre y el espíritu de su mentor, Francisco Gil", señalan sus responsables, "que durante cuatro años luchó contra esta enfermedad pero no llegó a encontrar un donante compatible".

En esta edición la marcha incluyó como novedad que todos los participantes compartieron recorrido por el Camino de Santiago. Los caminantes salieron del centro comercial A Laxe a las 9 horas y una hora más tarde lo hicieron los corredores. Un año más, todos ellos aportaron su esfuerzo para "que se incrementen los registros de donantes de médula ósea no emparentados y las unidades de sangre del cordón umbilical", recuerda la organización.