Las Islas Cíes se tiñeron ayer de azul. Alrededor de 250 aficionados del Celta agotaron los billetes del barco que parte desde Vigo y disfrutaron de una jornada festiva en un lugar privilegiado. No es la primera vez que este colectivo navega hasta el medio de la ría de Vigo, y es que por tercer año, al terminar la temporada de fútbol, un nutrido grupo de seguidores del equipo vigués pone el broche a su campaña en la joya de las Islas Atlánticas. Muchos de ellos acudieron engalanados con prendas del equipo y corearon cánticos que cada dos semanas resuenan en Balaídos.

Por otro lado, las propias Islas Cíes recibieron ayer a un visitante de excepción, el mega-velero alemán Sea Cloud II, que fondeó frente a la playa de Rodas para que sus 80 acaudalados pasajeros pudieran participar de una visita guiada al archipiélago, como viene ocurriendo cada vez que esta airosa embarcación visita la ría.

El pasaje, de diversas nacionalidades con predominio de estadounidenses, alemanes y australianos, arribó en ruta de Leixoes a A Coruña, dentro de un itinerario que combina visitas a ciudades de marcado interés histórico, con paradas en parajes de belleza singular como la que protagonizó este domingo en el parque nacional vigués.

Este crucero para aficionados que pueden permitirse un desembolso mínimo de siete mil euros por doce días de viaje, arrancó en Málaga desde donde continuó a Sevilla, Lisboa, Leixoes y Cíes. Por delante quedan A Coruña y Bilbao, donde rendirá viaje.

El próximo 3 de setiembre repetirá escala y para mayo y agosto de 2018 ya tiene cerradas otros dos nuevos fondeos. El Sea Cloud II pertenece al armador alemán Sea Cloud cruises, el mismo que en 2008 había encargado a Factoría Naval de Marín la construcción del Sea Cloud Hussar, llamado a ser el velero más grande del mundo y cuyo inconcluso casco permanece en espera de destino en las instalaciones de Metalships en Meira, a donde fue remolcado hace dos años debido la quiebra del astillero marinés.