El inglés, el argentino y el alemán son los acentos extranjeros que más se escuchan en la oficina de turismo del Concello. De los algo más de 1.900 turistas procedentes de otros países que pasaron por las instalaciones de A Laxe en lo que va de año, cerca del 40% procedían de esos tres países, por ese orden. En total se atendieron 289 británicos, 273 argentinos y 194 alemanes. Les siguen en número, los portugueses, franceses, estadounidense, italianos y brasileños, aunque a las dependencias municipales acudieron en los últimos cinco meses desde irlandeses, holandeses o mejicanos, a coreanos -del Sur y del Norte-, chipriotas, croatas, indios, monegascos o panameños. A pesar de ese desfile de nacionalidades, más de la mitad de los usuarios de las oficinas de A Laxe siguen siendo españoles. Desde enero solicitaron información en la oficina 2.363 turistas nacionales, en su mayor parte madrileños (557), castellano leoneses (390) y catalanes (307). Los datos del Concello confirman que Vigo destaca como destino para el turismo de proximidad, con casi 300 vascos y más de un centenar de consultas de gallegos procedentes de otros municipios.

Las cifras recabadas por los técnicos municipales en A Laxe revelan también que más de la mitad de los viajeros (53%) llegan a Vigo para disfrutar de su visita en pareja. Casi dos de cada diez (16%) lo hacen con amigos o -en la misma proporción- como singles. El 15% acude en familia. Aunque a prácticamente todas las personas que acuden a la oficina de turismo se les facilita un plano e información general sobre la ciudad, destaca también aquellos visitantes que muestran un interés específico por el Casco Vello (10%) y Cíes (16%), a pesar de que aún no se inició la temporada más intensa de viajes a las Illas Atlánticas. Una de cada diez personas que se pasan por A Laxe piden información sobre la gastronomía o los puntos de interés de la comarca. En cuanto a los medios de transporte, destacan el coche (46%), el avión (19%) y el tren (12%). Uno de cada diez procede de cruceros. Más de la mitad (58%) asegura que permanecerá en Vigo unas horas y solo el 22% se aloja más de dos días.

Aunque el volumen de actividad de A Laxe sigue estando muy por encima del que registraba hace solo unos años, la oficina ha experimentado una ligera caída en los últimos 12 meses. Frente a los 4.927 turistas que atendió entre enero y mayo de 2016, pasó, este ejercicio, a 4.282, lo que supone un retroceso del 13%. Es la primera vez desde 2013 que el servicio abre un año con resultados negativos. En 2016, de hecho, había anotado un incremento que rondó el 42%.

El descenso de actividad en A Laxe se explica principalmente por la caída del tráfico de cruceros. Según los datos de Puertos del Estado, durante los primeros cuatro meses del año desembarcaron en Vigo 13.158 pasajeros que llegaron a bordo de trasatlánticos, aproximadamente 5.500 menos que el ejercicio anterior. Esa tendencia explicaría el aparente contraste entre los resultados de la oficina de turismo del Concello y los que publica el INE, que desde hace meses dibujan una tendencia ininterrumpida de crecimiento que sitúan al turismo de la ciudad en sus mejores niveles de la última década.

Las últimas tablas del observatorio estatal revelan que durante los cuatro primeros meses del año visitaron Vigo 206.917 viajeros que pagaron por 106.597 noches, los mejores resultados desde hace años. Hay que remontarse a 2007, antes de que estallase la recesión, para encontrar otro ejercicio en el que los hoteles, hostales, pensiones... gestionasen más pernoctaciones. Ese repunte se debe a varios factores, como la recuperación del turismo de negocios, que se había desplomado a raíz de la crisis; o las nuevas rutas aéreas que facilitan llegar a Vigo desde Reino Unido o Italia. También fueron decisivos los partidos disputados por el Celta en Copa, Liga o Europa League.