Marea tampoco da por aprobado el examen al gobierno local. Su portavoz, Rubén Pérez, compareció ayer junto al edil Xosé L. Jácome para advertir que el gobierno vigués se encuentra "en repliegue" y muestra, en su opinión, dificultades para fiscalizar a las concesionarias municipales", uno de sus grandes caballos de batalla, además de reprocharle que esté involucrado "en procesos judiciales importantes" sin haber dado explicaciones en el pleno.

En opinión de los ediles de la coalición de izquierdas, el equipo de Abel Caballero utiliza "pantallas publicitarias para vender un modelo de gestión" que no ven que tenga reflejo en la realidad: "No es capaz de ejecutar ni siquiera una gran dotación para hacer frente a las carencias de la crisis". Marea exige mayor esfuerzo en política social y aprovechó su balance del mandato para recordar que hay proyectos anunciados en campaña electoral que no se han iniciado, poniendo como ejemplo el aparcamiento gratuito del Hospital Ávaro Cunqueiro". Otra de sus críticas se dirige al "desmantelamiento" del tejido asociativo y coincidió con el PP en mostrar su preocupación por la situación del Auditorio Mar de Vigo, además de criticar "la labor de masacre permanente a la oposición".

Pérez abogó ayer por "abrir un proceso de auditoría ciudadana" por entender que el pleno "ya no tiene esa capacidad" y apuntó la urgencia de evitar "hipotecas peligrosas" en relación a la contratación pública que, a su juicio, presenta "serias dudas" a nivel municipal.