Vigo mantiene su intención de presentar una candidatura propia para declarar Cíes Patrimonio de la Humanidad. El alcalde elevó ayer el tono contra la Xunta y tildó directamente de "villanía" la presentación de su proyecto alternativo sin contar con los cuatro alcaldes ni organizaciones locales. "Insultan a la ciudad porque lo que quieren es romper la unidad social generada por nuestro proyecto en estos cuatro años", le reprochó Abel Caballero, que considera invalidada cualquier crítica a la actuación del gobierno municipal con la "excusa" del localismo vigués. "Tardaron dos días en recurrir al supuesto localismo. Están tan metidos en la película antivigo que se equivocan. Aspiramos a ser Patrimonio de la Humanidad. Es algo universal. ¿Acaso hay algo menos localista?", se preguntó el regidor, que volvió a dirigir sus dardos directamente contra el presidente autonómico.

En opinión de Caballero, aquí no hay "ningún pulso". Existe un proyecto que logró un respaldo unánime, el de Cíes, incluido el de la Xunta y el Gobierno central, y una nueva candidatura "sin respaldo social presentada de forma clandestina". Así se refirió a la presentación sorpresiva del lunes por parte de los conselleiros de Medio Ambiente y Cultura a los que advirtió de que si defender el derecho de Cíes a ser distinguida por la UNESCO se considera localismo, "también lo es la Torre de Hércules o la Catedral de Santiago. Es una estupidez", concluyó el regidor sobre los argumentos defendidos desde el departamento de Beatriz Mato para descartar el proyecto vigués frente al autonómico, enviado al Ministerio de Cultura el pasado 10 de mayo.

El alcalde de Vigo lo tiene claro. "No hay ninguna pelea. La idea de Cíes Patrimonio salió de este ayuntamiento y lo defendió el entonces conselleiro Agustín Hernández, el rector de la Universidad, el CSIC, el IEO, los empresarios,...". Caballero considera que el consenso generado es un aval al trabajo realizado por el Concello desde 2013 y tildó de "gravísimo el intento de la Xunta de negarle un derecho a Cíes".

El alcalde atribuye el cambio de postura del Ejecutivo gallego al retirar su apoyo a la propuesta municipal a la reelección de Feijóo. "Ganó las elecciones y apareció su antiviguismo. Engañó a esta ciudad porque el PP de Vigo en las municipales mostró públicamente su respaldo al proyecto", recordó Caballero, que criticó el apoyo mostrado por el grupo de Elena Muñoz a la Xunta. "Están llegando a niveles inverosímiles. La señora Elena Muñoz primero se puso a las órdenes de Feijóo y ahora a las de la candidata del PP por A Coruña en lugar de defender a Vigo y a una joya como Cíes que trasciende cualquier sentimiento de pertenencia a un partido", le criticó.

Para el gobierno vigués, su propuesta para Cíes "es excepcional y sigue viva y coleando". Por ahora no dan un paso atrás y esperan contar con el proyecto definitivo en el plazo de un mes.

El Consejo de Patrimonio Histórico, órgano de coordinación entre el Ministerio de Cultura y las Comunidades Autónomas, tiene ahora mismo aprobados tres proyectos que aspiran a la declaración de Patrimonio de la UNESCO. Llevan "años" de tramitación administrativa y aún les quedan entre dos y tres ejercicios antes de ser trasladados al Centro de Patrimonio Mundial para entrar en la Lista Indicativa que valora el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Desde Cultura insisten en que la tramitación es "compleja y farragosa" y que ellos son meros "transmisores" de la documentación que les remiten los gobiernos regionales y las indicaciones que les traslada el órgano internacional para realizar correcciones en los proyectos.

El pasado mes de marzo se aprobó el proyecto elegido por España para presentar al Comité de Patrimonio de la UNESCO en 2018 y quedan otros tres proyectos en lista de espera, lo que puede dar una idea del larguísimo proceso que aguarda a la candidatura de Illas Atlánticas presentada por la Xunta. En el Ministerio insisten en que ellos no valoran proyectos. Que la iniciativa parte de las comunidades. Pero sí aclaran que "por sentido común" no se deberían solapar en el tiempo dos proyectos de una misma región como sucedería con Cíes y la Ribeira Sacra. "Se restan fuerzas", valoran desde Madrid, aunque ninguna norma lo veta explícitamente.