Dos semanas después de denunciar públicamente la existencia de precios "inflados" para los turistas en algunos establecimientos de la zona portuaria y del Casco Vello, el Puerto de Vigo dará hoy un paso más y solicitará formalmente a la Dirección Xeral de Turismo que abra un expediente para determinar las posibles infracciones por el cobro de precios discriminatorios a los cruceristas.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, ya advirtió entonces que barajaba la posibilidad de una "denuncia formal" contra esta práctica que practican media docena de establecimientos y que también criticó la asociación de comerciantes del Casco Vello, la delegación territorial de la Xunta y la propia Federación de Hosteleros.
En la denuncia, que se presentará hoy en el registro, la Autoridad Portuaria alega "los daños indudablemente causados" a la entidad por parte de estos establecimientos que "discriminan por razón de nacionalidad" al cobrar precios más elevados a los cruceristas.
El Puerto, inmerso en una ronda de contactos con las navieras para intentar incrementar la presencia de cruceros el próximo año en Vigo, cree que esta práctica podría influir negativamente en su campaña y por eso formalizará su queja inicial ante Turismo.
Por su parte, también la Federación de Hosteleros de Vigo tomará medidas para evitar una doble lista de precios y su presidente, César Ballesteros, dio de plazo hasta este lunes para que los locales que pudiesen estar infringiendo la normativa reconsiderasen sus actuaciones y a partir de ahora será Feprohos la que denuncie y llame a la inspección. Según reveló Ballesteros, se trató de una "comunicación informal pero seria." "Tardemos o no en iniciar una sanción vamos a ser muy rígidos", advirtió.
Ballesteros, que recalcó que se trata de casos muy puntuales, participó la semana pasada en una reunión al respecto convocada en la delegación de la Xunta con el delegado territorial, la jefa del área provincial de Turismo, Ángeles Herrero y la gerente del Centro Comercial A Laxe, Patricia Castro. En ella, todos coincidieron en atender y resolver todas las reclamaciones y denuncias presentadas por los consumidores y usuarios y también mantener la vigilancia sobre los establecimientos con controles periódicos como se ha hecho hasta ahora.
"Es algo que aunque puntual afecta a la imagen de todo el sector, todos tenemos que trabajar con las mismas reglas y no vale todo", remarcó Ballesteros, que señaló que los locales tienen la posibilidad de "primar" al cliente habitual a través de tarjetas de fidelización, por ejemplo, y que la normativa incluso permite establecer precios diferentes cada día pero lo que "no es admisible" es no exponer una lista de precios y cobrar diferente a los clientes en función de si hablan en inglés o no. "Hay muchos mecanismos legales para hacerlo bien y que la normativa te permite", insistió.
Competencia en el sector
Ballesteros repitió que se trata de excepciones muy puntuales dentro de un sector en el que existen problemas a nivel competitivo más acuciantes como el hecho de que negocios con licencia de tienda funcionen como bares e incluso cuenten con terrazas sin licencia, sin pagar las tasas que afrontan los establecimientos hosteleros y sus requisitos básicos como contar con un cuarto de baño. "Existe un desbarajuste a nivel normativo porque las leyes no avanzan tan rápidamente como deberían y existen dudas y diferencias de interpretación entre lo que es legal, lo que es ilegal y todo lo que está en medio de ambos, que también es mucho", precisó.
Se trata de discrepancias dentro del sector que también se extienden a las discotecas y cafés con música, por ejemplo, con diferentes horarios de cierre o los restaurantes de las cafeterías con licencia para servir un plato combinado pero que también meten en carta un chuletón o marisco. También, prosigue, entre los hoteles y los hostel, con licencia para poner literas pero que también ofrecen habitaciones dobles en clara competencia con los hoteles, el caso de los furanchos permanentes o el de alquileres turísticos. "Sabemos que se trata de una batalla a largo plazo, no es el momento de iniciar una pelea dentro del sector", matizó Ballesteros.
