Semanas después de la puesta a punto de la puerta principal del Pazo Quiñones de León llega el turno de las otras dos entradas al recinto, la de la capilla y la de recepción, que también serán restauradas para recuperar su esplendor original y su completa funcionalidad.

La recuperación de los portones de mediados del siglo XX recibió el visto bueno del Museo y de la Dirección Xeral de Patrimonio y será ejecutada por la firma Troa Conservación y Restauración, que de las tres empresas que concurrieron al contrato fue la que presentó una mejor oferta, de 8.037,17 euros (IVA incluido) por realizar el trabajo.

La afección de las puertas se detecta principalmente en su cara externa, principalmente en el caso de la de la capilla, por su exposición continuada a la intemperie que provocó desgastes en la madera, fisuras y decoloración más visible en la parte inferior. Las flores metálicas decorativas presentan desprendimiento de los mecanismos de fijación a la madera y una de ellas incluso se ha perdido.

La madera de ambas puertas pasará por un proceso de decapado, raspillado, lijado, pulido, tapado de juntas y fisuras, aplicación de tratamito contra la carcoma, tratamiento protector y barnizado.

En cuanto a los elementos metálicos, que conforman la cerradura y las 53 flores decorativas realizadas en forja en la puerta de la capilla (33 grandes que originariamente eran 34 y 20 pequeñas) más las 33 flores decorativas pequeñas de la entrada a la recepción, recibirán un procedimiento de decapado, pulido, tratamiento anticorrosión y lacado.