Los arquitectos elegidos para transformar La Panificadora ahora en ruinas en un nuevo icono cultural y de ocio se declaran "impresionados" por la versatilidad del espacio y la amplitud de sus patios. Jorge Salgado Cortizas y Celso López Martín entraron ayer por primera vez al antiguo recinto fabril para hacerse una idea clara de su estado de conservación y cotejar las divisiones interiores actuales con la información que figura en los planos del año 2000 que les fueron facilitados a los participantes en el concurso de ideas convocado por el Concello para elegir la mejor propuesta de rehabilitación.
Hay información de la que no disponían, sótanos que no aparecen reflejados en los mapas y cambios en el diseño original de Manuel Gómez Román que tendrán que incorporar a su proyecto de reforma. Durante las dos horas y media de inspección, comprobaron que será necesario reponer parte del forjado del edificio principal consumido por las filtraciones de agua y la existencia de grietas en el propio mirador sobre los silos a casi treinta metros del suelo y que podría ser reconstruido para soportar los nuevos usos previstos.
El edificio inaugurado en noviembre de 1924 ha sido maltratado por la climatología, sufrió importantes daños durante un incendio que acabó con parte del tejado y fue objeto de saqueos. La comitiva municipal que accedió ayer a la finca acompañada por un representante de la propiedad comprobó con sorpresa que han desaparecido los frontales de los cuatro grandes hornos de la primera planta del edificio principal y que se acumulan montañas de escombros en el espacio donde estaba ubicada la tienda de venta al público.
Jorge Salgado y Celso López plantean dedicar este espacio a oficinas y zona de coworking. En las plantas superiores del bloque central se ubicaría el Centro de Evolución Gastronómica promovido por el Consorcio de la Zona Franca y el semisótano se reserva inicialmente para una zona deportiva y un spa, mientras que para la última altura se recupera la idea de instalar una cafetería mirador con las Cíes de fondo. El edificio tiene unas vistas inmejorables a más de 80 metros sobre el nivel del mar y la principal preocupación de los arquitectos es "limpiar" la estructura de la que llegó a ser la fábrica de pan más moderna de Europa de anexos sin valor arquitectónico y que alteraron su aspecto original.
"Conocer La Panificadora por dentro era un paso decisivo para continuar trabajando. Nos proporciona información fehaciente sobre su estado y nos hace todavía más conscientes de la energía del edificio y su gran potencial", valoró López al término del recorrido.
Los arquitectos fotografiaron cada uno de los rincones de la antigua factoría y alabaron detalles importantes a la hora de ubicar sus futuros usos como la altura de las plantas en el bloque principal o la estructura del edificio con fachada hacia la calle Falperra y levantado en hormigón desde las ventanas hasta la cubierta. Aquí reservan 2.500 m2 para una biblioteca. "El espacio es una maravilla. Habíamos visto vídeos y teníamos documentación por lo que tampoco nos impresiona su deterioro. Es una edificación de más de 80 años donde se han producido filtraciones y el mal estado del forjado no es una sorpresa, forma parte del proyecto de rehabilitación", explicó Salgado tras abandonar la finca.
El equipo coruñés que ganó el concurso de ideas municipal prescinde de los usos residenciales, suprime volúmenes sobrantes con la idea de crear nuevos espacios públicos y plantea como novedad conectar el ámbito de La Panificadora con Praza do Rei a través de rampas con la apertura de un nuevo acceso al Ayuntamiento por la calle Santiago. El proyecto intentará conservar algunas piezas de la maquinaria que todavía se conservan y el rótulo característico que preside la entrada por Falperra.
Reuniones
La primera visita de los arquitectos a La Panificadora sirvió además para acordar el inicio de reuniones periódicas con los técnicos de Urbanismo de Vigo para avanzar en la solución arquitectónica definitiva y redactar la modificación del Pepri del Casco Vello. El concurso de ideas al que se presentaron 35 proyectos contemplaba que los ganadores del diseño se encargasen también de redactar el instrumento urbanístico necesario para desarrollar la actuación que promueve el Concello en colaboración con Zona Franca.
El gobierno local quiere iniciar este verano la tramitación ambiental para disponer en el plazo de un año del nuevo plan especial de protección y reforma con el objetivo de que la transformación de este importante ámbito sea una realidad en el próximo mandato. "La Panificadora es el proyecto que nos faltaba en Vigo y es ya imparable", reiteró ayer el alcalde, Abel Caballero, satisfecho desde el primer momento con la propuesta seleccoinada por su respeto a la historia de la edificación original.
