El campus vigués presume de "imagen potente" gracias a sus numerosos ejemplos de "arquitectura de calidad y de riesgo, no convencional, y que está en uso, al servicio de la sociedad". Esto atrae cada año hasta As Lagoas-Marcosende a expertos y estudiantes del resto de España y también extranjeros. Sin embargo, su valor pasa inadvertido para muchos vigueses.

"Cuando tenemos una visita en la Etsac los llevamos a Vigo. Pero en el conjunto de la población, el valor de la arquitectura contemporánea no es muy relevante salvo edificios muy espectaculares. Si Miralles o la Biblioteca Central estuviesen en Vigo sí suscitarían ese interés. Los buenos edificios pasan a formar parte de la memoria colectiva y se identifican con la ciudad, pero esto es muy difícil con los del campus debido a esa desconexión", comenta.

Agrasar destaca, no obstante, las iniciativas editoriales de la Universidad para dejar constancia del valor de su patrimonio: "Lo valoro mucho porque es muy indicativo de su interés, algo estupendo y no demasiado frecuente".