El nuevo Real Decreto Ley de reforma de la estiba elaborado por el Ministerio de Fomento incluye cambios sorprendentes respecto al derogado en marzo por el Congreso. Como la garantía de que los trabajadores seguirán controlando la manipulación de vehículos en muelles como los de la terminal de Bouzas. La actual ley de Puertos ya retiró esta tarea de entre las exclusivas de los estibadores aunque en la práctica siguen monopolizándola. Tanto es así que la Autoridad Portuaria de Vigo convirtió la liberalización real del movimiento de coches en uno de sus principales caballos de batalla con el objetivo de lograr una rebaja sustancial de costes para los operadores que favoreciera a su vez a la marca PSA.

A falta de más explicaciones por parte del ministerio de Íñigo de la Serna, los sindicatos consultados por este periódico, sin ocultar que la medida les resultaría beneficiosa, se preguntaban anoche: "¿Durante cuánto tiempo?". Sospechan los estibadores, y así lo apuntaban distintas fuentes al cierre de esta edición, que esa garantía de control sobre la carga rodada durará tres años, el tiempo de transición desde la actual situación de monopolio hasta la liberalización exigida por el Tribunal de Justicia Europeo. De ahí que la plantilla recelase ayer de las buenas intenciones de Fomento, interpretándolas como un "gesto" para conseguir el necesario apoyo de los grupos para aprobar, esta vez con total seguridad, el real decreto de reforma.

Una tesis que el ministerio alimentó con el silencio mantenido a lo largo del día de ayer sobre la información divulgada por Europa Press, según la cual, el nuevo texto recuperará el "anclaje legal" que permitirá devolver a los estibadores la exclusividad sobre la descarga y carga de vehículos que entran y salen por los puertos españoles. El colectivo la perdió en 2010 con la inclusión en la Ley de Puertos de un artículo, el 130, que elimina de la consideración de servicio portuario de manipulación de mercancías las "actividades de embarque y desembarque de camiones, automóviles y cualquier clase de vehículos a motor cuando se realicen por sus propietarios, usuarios o conductores habituales dependientes de aquellos", así como la carga y descarga de vehículos sin matricular.

En cambio, el artículo 155 de esta misma ley impone que la plantilla de la Sagep (Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios) tendrá el derecho de tanteo, es decir, prioridad a la hora de ofertar la tarea siempre y cuando la aborde a un precio "igual o más ventajosa en términos de calidad y costes". Por esta razón, en la práctica ninguna empresa en España se ha postulado para desarrollar esta tarea con su propia plantilla, por lo que en la práctica, en el monopolio de la estiba en las terminales Ro-Ro, pervive. Como en Vigo. Pese a que la Autoridad Portuaria lo intenta desde febrero de 2016, incluso aprobando la declaración de "servicio comercial" del movimiento de coches, tampoco ha conseguido alentar la competencia a la Colla en la terminal de Bouzas.

En la información divulgada por la citada agencia, fuentes de Fomento afirman que la garantía a los estibadores de que seguirán encargándose de la carga y descarga de mercancía rodada es una cuestión que no afectaría al principal objetivo de la reforma, como es el cumplimiento de la normativa europea y evitar así la multa de la UE. Es más, las citadas fuentes ministeriales aseguran que la gestión de los coches no solo la realizará el mismo personal que hasta ahora -por la estiba- sino que además dice que lo hará "de forma más competitiva gracias a la liberalización de la actividad que promueve la reforma".