La reapertura de la vieja nave de rederos de O Berbés, conocida por el inacabado proyecto de "Portocultura", tiene garantizada la ocupación por parte de empresas vinculadas a la actividad marítima-portuaria. Así lo interpretan en la Autoridad Portuaria al haber concluido el plazo para que los aspirantes a hacerse con uno de los locales "manifiesten su interés" con un total de 13 peticiones recibidas. A partir de ahora, estas firmas deberán cumplimentar la solicitud de una concesión, un trámite que el Puerto exige a cualquiera que opte a la ocupación de un espacio en su dominios.

El número total de oficinas de "Portocultura" ha experimentado variaciones con respecto al que figuraba en la memoria del proyecto. De las 11 iniciales ahora parece que la distribución final habilitará al menos 13 para empresas aparte de los dos reservados para el sindicato Federación Internacional del Transporte (ITF) y el centro de apoyo Marino,. Respecto a la superficie, se situará entre 50 y 70 m2.

Con las trece "manifestaciones de interés" recibidas el Puerto colma sus expectativas, pese a ello, en la institución se muestran prudentes. Recuerdan que todavía falta que estas empresas demuestren su intención inequívoca de convertirse en inquilinos de "Portocultura". De ahí que a lo largo de esta semana hayan sido contactadas desde la Autoridad Portuaria para informarles de los próximos pasos a seguir, como esa solicitud de concesión que deben rellenar.

Adjudicada en un millón de euros, las obras en "Portocultura" no estarán concluidas hasta septiembre u octubre de este año, incluida la humanización del entorno de esta edificación. Desde el Puerto asumen que con tanto tiempo de margen hasta la inauguración podría producirse alguna "baja" de los aspirantes a ocupar las oficinas. Empresas que tras echar cuentas estarían disconformes con el precio de la renta, fijado anualmente en 85 euros el metro cuadrado, aunque desde Praza da Estrela entienden que este alquiler ya lo conocían desde el momento de "manifestar su interés". En todo caso, ante la hipotética renuncia de una de las 13 firmas, confían en que surjan otras dispuestas a ocupar el local vacante.