En una sociedad cada vez más envejecida y con las tasas de natalidad por los suelos, las solicitudes para optar a una plaza en una guardería pública en la ciudad han crecido y, en consecuencia, también la lista de espera para acceder a ellas. En concreto y según los datos provisionales, las escuelas infantiles autonómicas no han podido atender al 73% de las peticiones y las municipales, al 67%. Estos datos demuestran que los esfuerzos efectuados en el último lustro para aumentar la oferta pública no han sido suficientes para cubrir la creciente demanda y los padres se ven abocados a recurrir a centros privados, a los abuelos o a que uno de la pareja renuncie a trabajar. La problemática es más evidente en el barrio más joven de la urbe, en Navia, así como en Bouzas, Rosalía de Castro y la zona centro.

Superan las 1.900 las solicitudes que las familias viguesas presentaron este año para las 587 plazas en las siete escuelas infantiles de la Xunta -excluyendo la ubicada en la Delegación territorial, para el personal autonómico-, según los listados provisionales publicados ayer. Son un centenar más que el curso pasado -un crecimiento del 6%-. A la espera de la variación que los datos puedan sufrir, estos centros han admitido a 520 alumnos. La Consellería de Política Social explica que las 67 vacantes corresponde a la reserva de un 5% del cupo para casos de emergencia social y a un porcentaje de solicitudes que están pendientes de documentación.

Así, han quedado en espera 1.388 solicitudes -que no niños, porque pueden optar a más de un centro-. Son el 73% del total, cuatro puntos por encima que el curso pasado, donde las peticiones excluidas rozaron las 1.250. En las ocho guarderías municipales, cuyos datos provisionales de admisión se publicaron el viernes pasado, la situación no es mucho mejor. Más de 1.200 personas optaron a 450 plazas, con lo que, en un inicio, son 841 los que se han quedado fuera frente a los 759 del curso pasado -cuatro puntos porcentuales más, hasta el 67% del total de los solicitantes-.

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Mientras las de Navia y Bouzas son las escuelas infantiles municipales con una mayor demanda y, por tanto, con una lista de espera más larga, entre las autonómicas destacan la de Rosalía de Castro y la de San Paio, en el edificio de la Gota de Leche. En esta última se han quedado a la espera 367 familias, frente a las 85 que han logrado acceder a una de sus 102 plazas. En la de Rosalía de Castro son 324 los que se han quedado fuera, mientras que se han cubierto 94 de sus 107 pupitres.

En estas dos escuelas infantiles, así como en la gran mayoría, los principales problemas se concentran en el curso de 1 a 2 años, que reúne el mayor número de peticiones -911, frente a las 196 de los bebés menores de un año o las 801 de los alumnos de dos a tres-. En la del edificio de la Gota de Leche, por cada niño de esta franja de edad que ha logrado entrar, 8 se han quedado fuera. En la de Rosalía, la proporción es de uno por cada 5.

En demanda, a estos dos centros le siguen el de Bouzas -con 82 admitidos y 259 en espera- y, ya a mayor distancia, las de la Rúa Palencia -31 aceptados y 162 excluidos- y el polígono de Valadares -99 frente a 159-. Solo hay dos en las que los que han logrado entrar superan a los que no y lo hacen por la mínima: en la de Caeiro, en Cabral, y la de Relfas, en Sárdoma.

Las escuelas autonómicas tienen más demanda que las municipales, entre otras cuestiones, porque solicitarlas es condición indispensable para poder optar luego al bono Concilia, con el que sufragar parte de la privada. Además, la Xunta ofrece 156 plazas en siete centros concertados de la ciudad, que se resolverán el 30 de junio.

Ampliación de la oferta

El Ayuntamiento inauguró cuatro guarderías en los últimos 5 años -las de Tomás Alonso, Bouzas, Mestres Goldar y Navia- y amplió la oferta de las existentes, mientras que la Xunta abrió la de San Paio.

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