| El conjunto escultórico en recuerdo de la emigración gallega a Sudamérica que da la bienvenida a los cruceristas al desembarcar en la terminal de la Estación Marítima se ha convertido en el blanco preferido por los vándalos. En esta ocasión los daños afectan a la figura del hombre creado por Ramón Conde, cuya base presenta indicios de que podría desplomarse en cualquier momento. Ante este riesgo, el Puerto ha instalado una valla alrededor para disuadir a quien tenga la tentación de colgarse sobre la escultura, como parece que ocurre durante las noches de botellón. Entretanto, se estudiará la colocación de un refuerzo mayor.