Vigo ya no ejerce como principal polo de atracción de la comunidad para la población foránea. Los efectos de la crisis en las contrataciones de los sectores pesquero e industrial se ha traducido en un importante freno a la llegada de inmigrantes a la primera ciudad gallega. En los últimos siete años la población extranjera que reside en el municipio se ha desplomado un 28% hasta quedarse en 12.298 habitantes. La cifra es la más baja desde el año 2006 y se debe sobre todo a la salida de familias sudamericanas que decidieron probar suerte en la ciudad y que tras varios años de estancia han decidido regresar a sus países de origen.
Los que más representatividad pierden son Colombia, Brasil, Perú y Uruguay, según los datos del Instituto Galego de Estadística (IGE) que ayer actualizó los datos del padrón por municipios. En solo cuatro años la población de América del Sur se ha visto recortada en un tercio al pasar de 8.040 censados en la ciudad a apenas 5.405. De forma invariable los extranjeros han elegido siempre el centro de Vigo para instalarse mientras que su presencia ha sido y sigue siendo mínima en zonas como Navia, Alcabre, Oia, Beade y las parroquias más rurales.
Solo con respecto a 2015 la urbe olívica ha perdido a 1.024 residentes de origen extranjero y el grueso del éxodo se concentra en el primer distrito, que abarca Casco Vello y centro, y el cuatro, desde Gran Vía hasta Bouzas pasando por Fragoso y Coia. También pierden por encima de los 150 vecinos en solo doce meses los distritos seis -Teis, Cabral, San Xoán Poulo- y siete -Calvario, Lavadores, Candeán y Sampaio-. De forma más pormenorizada, el IGE permite conocer la evolución por barrios siendo los que más extranjeros pierden el tramo de Castelao entre las calles Estrada y O Grove, la zona de Santa Tegra y Travesía dos Foxos (Teis), la Subida á Madroa y el inicio de Aragón en los alrededores del centro comercial Bandeira.
Haz click para ampliar el gráfico
Tras la última actualización del IGE la población inmigrante ya solo representa en Vigo un 4,1% del total de habitantes frente al 5,8% que marcó con el máximo histórico de 2009, ejercicio en el que estaban censados 17.108 vecinos de nacionalidad extranjera. Desde entonces la cifra se ha ido recortando paulatinamente hasta quedar este ejercicio por debajo de las 12.300 personas, una cifra muy similar a la de hace una década.
Caída generalizada
El grupo de foráneos cayó de forma generalizada en Galicia durante la crisis si bien es cierto que en Vigo se notó más con un retroceso del 28% desde 2009, un periodo en el que en el conjunto de Galicia el descenso fue del 17%: de 106.637 a 87.996 personas. En A Coruña la caída ha sido del 13%, del 17% en Pontevedra y del 12% en Santiago de Compostela.
Esta pérdida de atractivo para que vecinos de otros países se asienten en la ciudad ha ido parejo a un retroceso demográfico de la ciudad. El IGE cifra en 292.817 la población de Vigo a 1 de enero de 2017 frente a los 294.098 de hace solo un año. La cifra lleva cuatro ejercicios consecutivos en descenso, si bien el padrón municipal es más optimista y sitúa el número de residentes en 297.770 personas, al nivel del ejercicio 2007.
Los nueve distritos vigueses, por debajo de la edad media en Galicia
- La edad media de la población viguesa es de 44,7 años. Se ha incrementado tres puntos en la última década, pero la ciudad olívica se mantiene como la más joven de Galicia con sus nueve distritos todavía por debajo de la edad media de la comunidad, que sube hasta los 46,5 años. Los distritos con más gente joven son el nueve, que incluye el polígono residencial de Navia, y el cinco que abarca Castrelos, Freixeiro y Sárdoma. Otra particularidad de la estructura demográfica viguesa es que los nueve distritos están por encima de la media gallega en porcentaje de población en edad de trabajar con un índice municipal del 62,9%. Las áreas con más activos potenciales son los distritos -Casco Vello-, 6 -Teis, Cabral, San Xoán Poulo- y 9 -Teixugueiras, Alcabre y Saiáns-. Por el contrario, las zonas más envejecidas son Coia, el entorno de la carretera vieja de Madrid y Bembrive.
