Funcionario del Catastro, empleado del Concello de Carbelleda de Avia o trabajador de la Agencia Tributaria. Estas fueron algunas de las identidades con las que M.C.V. se presentó en al menos cinco hogares de Vigo para reclamar a sus moradores el pago de supuestas deudas con organismos públicos o atrasos en sus contribuciones, tal y como recoge la Fiscalía en su escrito de acusación. Sin embargo sus víctimas no fueron seleccionadas al azar, ya que todos los perjudicados, cerca de una decena, eran matrimonios de avanzada edad o septuagenarias que residían solas en varios puntos de la ciudad. Pero lo que el acusado creía una ventaja, se tornó en el vestigio que lo delató. "Le pedí el DNI pero, según él, los funcionarios públicos tienen prohibido enseñarlo, así que le pregunté por la dirección de la oficina del Catastro y me dijo que era en la Avenida de Peinador, que es mentira; ahí ya supe que se trataba de un estafador", relató ayer a la salida de la vista oral uno de los matrimonios afectados.

El acusado, ya condenado por otro delito de estafa en 2010 por un juzgado de Ourense, aceptó una pena de 1 año, 11 meses y un día de prisión por los ilícitos de estafa y usurpación de funciones públicas. Además deberá indemnizar a dos de los perjudicados en 430 euros. La vista, celebrada en el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo, se resolvió con un acuerdo entre las partes. Aunque sí logró engañar a estas dos personas mayores, no pudo hacerlo con todos con los que lo intentó. Precisamente fue interceptado por la Policía cuando se disponía a requerir 145 euros a otra persona mayor haciéndose pasar por un empleado de Hacienda. Los hechos en los que se llevaron a cabo los ilícitos se extendieron entre mayo y agosto de 2016 en varios barrios de la ciudad. Uno de estos casos tuvo lugar en Casablanca, en la calle Venezuela. "El hombre entró con mi mujer en el portal y le dijo que era funcionario del Catastro, que teníamos pendiente una multa y que si la pagábamos antes se nos reduciría la cuantía de la misma", explicaba uno de los septuagenarios estafados. La mujer lo acompañó hasta casa para que hablase con su marido, quien ya sospechó desde un primer momento la irregularidad de la situación. "Le pedí credenciales, el DNI e incluso le dije que me dejase sacarle una foto, y se negó en rotundo, se tapó la cara y entonces mi mujer, temiendo que se pudiera poner violento le dio 50 euros", relata el varón, a lo que su mujer añade que le dio "todo lo que llevaba encima; temía que se pusiera violento, así que le di el dinero y le cerré la puerta".

Denuncia en la comisaría

Acto seguido, este matrimonio de Casablanca, ante la posibilidad de que le varón volviera a estafar a otras personas, decidió personarse en la Comisaría de Vigo para interponer una denuncia contra él. "Me enseñaron varias imágenes y lo reconocí al instante. Días después también vinieron varios inspectores de Policía a mi casa para hacerme preguntas del tema", explica este vigués, quien además aclara que la finalidad de la denuncia no era recuperar el dinero. "50 euros no me van a quitar ni de pobre ni de rico, yo solo quería que no pudiera volver a engañar ni estafar a otras personas", narra el septuagenario.

Distinta suerte corrieron los moradores de otros dos hogares, los que, ante la insistencia del varón por efectuar el pago de la contribución, consiguió llevarse de una 150 euros y 270 de otra.