La gran cúpula de la futura sede del Celta ya emerge en la calle Príncipe. El club ha empezado a montar las piezas de cristal de la espectacular esfera que coronará el edificio. En total se usarán 154 fragmentos triangulares de un cristal azulado, una tonalidad que recuerda al color que identifica al club. Los trabajos en la cúpula se desarrollan con rapidez y según apuntan fuentes próximas a la obra esa parte superior de la sede estaría finalizada antes del verano.

En una nota colgada en su web oficial, el Celta apunta que las obras en el edificio "avanzan a buen ritmo". "En pocos meses los vigueses y celtistas podrán disfrutar en pleno centro de la ciudad de un enclave único que ofrecerá una completa oferta sanitaria, sociocultural y comercial", señala el club.

En una entrevista reciente concedida a FARO el presidente del Celta, Carlos Mouriño, fijaba en agosto la finalización de las obras de la sede. La intención del club sería terminar a tiempo para hacer el traslado a sus nuevas instalaciones durante la pretemporada.

La cúpula acristalada ocupará en total cuatro plantas, a las que se darán diferentes usos. La última acogerá un restaurante galardonado con una Estrella Michelín. Otra albergará una clínica deportiva que dirigirá el jefe de los servicios médicos del club, Juan José García Cota. En las dos plantas restantes que ocupa la cúpula se situarán oficinas. Para filtrar la luz solar, las piezas de vidrio han recibido un tratamiento especial que les da su característico color azulado.

El arquitecto que ha diseñado la ambiciosa reforma, Alfonso Penela, explica que la esfera busca "insinuar, más que mostrar", para que cada espectador pueda hacer su propia interpretación. "Puede verse como el remate de un edificio clásico, como un balón, una malla...", comenta el prestigioso arquitecto, quien busca además un encaje entre la estructura tradicional del inmueble, proyectado por Manuel Gómez Román e inaugurado en 1927 para acoger al Círculo Industrial, Mercantil y Cultura del Vigo; y las nuevas reformas.

El Celta compró el inmueble al Mercantil en 2015 por cinco millones para fijar en ella su sede. En su interior se plantea fijar las oficinas centrales, las dependencias de su fundación, una tienda, un café temático sobre diferentes disciplinas deportivas, una policlínica y una residencia con capacidad para entre 40 y 45 jugadores. El Celta plantea organizar en su interior charlas y tertulias, entre otras actividades.