El Concello ha dado el primer paso para que los perros puedan disfrutar de algún arenal del municipio este verano, aunque es probable que tengan que esperar algo. La Junta de Gobierno Local aprobó la semana pasada la modificación de la Ordenanza Municipal para la Protección y Tenencia de Animales de febrero del 2000, que prohibía su "circulación o permanencia" en las playas del 1 de junio al 30 de septiembre. Ahora, se incluye una excepción para aquellas delimitadas por la autoridad municipal como "zonas de esparcimiento canino". Aún no ha decidido cuáles serán. Lo hará una vez que se concluya el proceso de cambio en la normativa que, si no encuentra oposición, será en junio. Después, los espacios elegidos aún deberán ser autorizados por Costas y la Xunta.

Esta modificación de la normativa es el paso previo e indispensable para que el Concello pueda designar arenales caninos. El expediente se inició el 29 de junio del año pasado y, tras pasar por Costas y Sanidade, la Junta de Gobierno local no lo aprobó hasta la semana pasada. Ahora deberá pasar por el próximo pleno, el 26 de abril, para su aprobación inicial y se deberá someter luego a exposición pública durante un plazo mínimo de 30 días, tras lo que se resolverán las alegaciones, si las hubiera.

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Concluido este proceso, el Concello designará el arenal o arenales caninos. El Gobierno local no confirma que vayan a ser los dos anunciados durante el verano pasado: la parte izquierda de la de Toralla y Canto da Area, en San Miguel de Oia. Lo que sí asegura es que se habilitarán como tal "durante todo el día". Por ella, los perros podrán circular "libremente y sueltos, acompañados por su propietario", excepto los potencialmente peligrosos, que deben ir siempre sujetos y con bozal en lugares públicos.

El Concello, como proyecto piloto, permitió el acceso de mascotas a la playa de Toralla durante el verano de 2013 desde última hora de la tarde, pero la medida concluyó a principios del de 2014 por la oposición de los vecinos de la zona y al no estar modificada la ordenanza del 2000. De ahí que, ahora, el Concello haya empezado por cambiar esta norma, tras constatar "en los últimos años [...] la existencia de una importante demanda social" para designar playas caninas, tal y como recoge en la memoria justificativa. En el municipio están censados unos 32.000 canes.

Aprovechando el proceso de modificación de la ordenanza de tenencia de animales del 2000, también se actualizan las cuantías de las multas, que aún figuraban en pesetas. Ajustándola a la ley protección de animales domésticos y salvajes en cautividad de la Xunta, se fijan entre 100 y 500 euros las sanciones por infracciones leves -entre las que está la circulación de animales por playas en verano-; entre 501 y 5.000 euros, las graves; y entre 5.001 y 30.000 euros, las muy graves.