Los hoteles de Vigo cerraron la Semana Santa con nota. La ocupación rondó el 85% y los responsables del sector, que utilizan este periodo como termómetro para vislumbrar como les irá en verano, son optimistas de cara a la temporada estival. Así lo asegura César Ballesteros, presidente de la patronal del sector en Pontevedra (Asehospo), quien celebra los datos de estos últimos días y atisba unos buenos números a partir de julio. "Es cierto que Semana Santa suele ser un indicativo bastante fiable de lo que ocurrirá en verano, y aunque nunca nos podemos llegar a confiar de que esta realidad se cumpla dentro de unos meses, estamos muy contentos con el número de pernoctaciones que hubo en la ciudad", comenta. Aunque todavía es pronto para estudiar a fondo los resultados finales, desde Asehospo creen que ha sido la mejor Semana Santa desde 2010.
Las expectativas eran elevadas porque muchos de los turistas que llegaron la urbe durante los últimos días ya habían efectuado sus reservas con anterioridad. La principal diferencia respecto a la misma semana del año pasado radicó en la climatología. El buen tiempo fue el elemento clave para que los visitantes no anulasen sus habitaciones en el último momento. "Vigo no es una ciudad a la que la gente acuda para disfrutar de la Semana Santa como puede ocurrir en Andalucía", advierte Ballesteros, quien añade que "el buen tiempo ejerció como un aliado para todos nosotros porque nos permite seguir creciendo como destino para todos aquellos que viajan buscando el sol".
Gran parte de las reservas que reciben los hoteles de Vigo durante la festividad cristiana llegan para pernoctar viernes y sábado, pero este año el fútbol también se convirtió en un socio para el sector. La visita del KRC Genk correspondiente al partido de ida de los cuartos de final de la Europa League atrajo a centenares de aficionados belgas a la ciudad un día antes. "Tuvimos un repunte que no es nada habitual gracias a la presencia masiva de hinchas del Genk. Nos ha venido muy bien para completar la ocupación durante Semana Santa", confirma el presidente de Asehospo.
Otro factor que explica los buenos números que manejan los hoteles es el precio. Muchos portales especializados sitúan a Vigo como una de las ciudades más baratas de todo el territorio nacional para hospedarse, algo que también destaca Ballesteros. "Es cierto que los establecimientos hacemos un esfuerzo importante para atraer turistas. La oferta en la ciudad es muy amplia y si no lo hiciésemos estaríamos tirando piedras contra nuestro propio tejado", sentencia.
La próxima gran cita para el sector será en apenas dos semanas. El puente de mayo disparó las reservas al coincidir el lunes festivo con la visita del Athletic Club a Balaídos y la disputa de la Copa de la Reina de balonmano en Porriño.
Los hosteleros, satisfechos
Otro sector que se vio beneficiado por el buen tiempo durante la Semana Santa fue el hostelero. El Casco Vello, uno de los barrios que más visitantes recibe a lo largo de todo el año, notó un aumento de la facturación respecto al mismo periodo del año pasado. "Nos ha ido mejor porque en esta ocasión la climatología nos ofreció un tiempo magnífico", asegura Itos Domínguez, presidenta de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros Vigo Vello. A diferencia de lo ocurrido en 2016, donde las previsiones de lluvia frenaron a los viajeros indecisos, el sol reinante durante la última semana alimentó la presencia de visitantes. "El barrio rozó el lleno en algunos momentos y la caja de los locales aumentó considerablemente", explica Domínguez, quien sin embargo asegura que también se produjeron bajones, "Las noches de jueves y viernes esperábamos más movimiento".
Otro de los apoyos de los hosteleros del Casco Vello fue el fútbol. El partido europeo del Celta llenó las terrazas del barrio histórico. "Vinieron numerosos belgas que consumieron mucho durante dos días e incluso algunos locales agotaron sus suministros de cerveza", confirma la presidenta de los hosteleros, quien celebra un mes "extraordinario" al enlazar en pocas semanas la Fiesta de la Reconquista, Semana Santa y el puente de mayo.
