En los últimos meses el personal del Puerto de Vigo que maneja las estadísticas ha centrado su atención en aquellos apartados que miden los volúmenes de mercancías contenerizadas. Sus conclusiones vuelve a poner al puesto aduanero en la picota. Porque una parte relevante de las caídas registradas en febrero las achacan al conflicto nacional de la estiba, que derivó a terminales del vecino Portugal un buen número de contenedores con destino Guixar. Pero al margen de estos depósitos hay otros que también se desviaron, sobre todo a Leixões, y sin dudarlo, en Praza da Estrela lo atribuyen a esa creciente dinámica de empresas viguesas que operan por Portugal ahuyentadas por las cortapisas en el PIF vigués.

Para la siguiente estadística por cerrar, correspondiente al pasado marzo, sus conclusiones serán parecidas. "Las cifras que nos trasladan desde el sector pesquero en cuanto a las capturas de sus buques en los caladeros extranjeros no encajan con las que entran por Vigo, por tanto, por algún lado tienen que entran, y desde luego, por Guixar no", indican desde el Puerto. Para articular esta argumentación se apoyan en los datos, todavía preliminares, que confirman los descensos protagonizados por la pesca congelada también el pasado mes: de un 13% con respecto a marzo del año anterior. Así, la pérdida de esta mercancía en el primer trimestre de este año es del 7%.