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La Universidad arranca la fabricación de su satélite Lume 1 para la detección de fuegos

Los ingenieros vigueses han comenzado a montar los componentes del "cubesat", que será integrado después del verano en la cámara limpia de la Escuela de Telecomunicación

Los ingenieros de la Agrupación Aeroespacial ya han comenzado a fabricar los componentes del cuarto satélite de la Universidad, el Lume 1, tras concluir la fase de diseño -denominada Critical Design Review-. El cubesat, que ayudará a combatir los incendios forestales, será integrado después del verano en la cámara limpia de la Escuela de Telecomunicación y entonces iniciará un estricto periodo de pruebas que durará unos seis meses antes de su lanzamiento al espacio, que será en una fecha aún por determinar entre julio y septiembre de 2018.

"Todo avanza según lo previsto y todavía estamos explorando las posibilidades de lanzamiento. Podría tener lugar desde cualquier base del mundo, pero la opción europea es la prioritaria porque implicaría utilizar todas las capacidades que tienen la UE y la ESA para proyectos de este tipo", explica el profesor Fernando Aguado.

El Lume 1 forma parte del proyecto Fire-RS, una iniciativa europea liderada desde Vigo y en la que también participan la Universidad de Oporto y el Laboratorio de Análisis y Arquitectura de Sistemas de Toulouse (Francia). Tiene una financiación de 2 millones de euros hasta 2019 y combina el uso de drones, satélites y sensores en tierra para detectar de forma temprana los fuegos forestales y ayudar a los servicios de extinción.

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El satélite vigués supone una evolución de sus tres predecesores y pondrá a prueba un complejo sistema de conexiones entre los diferentes sistemas implicados. "Un aspecto primordial de la misión será la comunicación machine to machine entre los sensores, los drones y el cubesat para que puedan intercambiar información. Validaremos un nuevo diseño propio", destaca Aguado.

Los sensores infrarrojos, de cuyo diseño y fabricación se ocupa el grupo vigués CIMA, detectarán el fuego y enviarán una alerta al Lume 1, que a su vez trasladará la información a la estación de control del campus. Y desde Vigo se transmitirán las coordenadas del incendio a Toulouse, cuyos expertos enviarán los vehículos no tripulados a la zona señalada para que tomen imágenes y recaben más datos de interés para los servicios de emergencia.

El sistema Fire-RS será testado en Galicia y el norte de Portugal. "La legislación de cada país nos ayudará a definir las zonas de prueba, pero todavía quedan muchos meses para decidir. Por ahora, vamos paso a paso contactando con los servicios de prevención", apunta Aguado.

Estos ensayos de campo involucrarán a uno o dos drones desarrollados por el Laboratorio de Sistemas y Tecnología Subacuática de Oporto. Probablemente se utilice el modelo X8 Flying Wing, que puede volar a 600 metros de altitud y a una velocidad de 35 nudos. Y las aeronaves dispondrán de cámaras ópticas y termográficas para registrar imágenes que ayuden a localizar los incendios y realizar modelos de predicción sobre su avance.

El Lume 1 es un cubesat 3U, por tanto, tiene unas dimensiones de 20x10x10 centímetros. Y su peso final será de unos 2,1 kilogramos: "Aprovechamos al máximo su capacidad porque se comunicará en diferentes bandas, S y UHF, y tiene muchos componentes".

Una vez finalice su ensamblaje, el satélite deberá superar varios meses de pruebas para verificar el correcto funcionamiento del software y el hardware. Primero serán validados los componentes de forma individual y después el aparato será sometido a pruebas de situación real en la cámara limpia del campus. Por último, los test de termovacío y vibración se desarrollarán en el centro de la ESA en Toulouse o en España.

"Diseñamos una tecnología muy flexible y competitiva a nivel mundial"

  • El proyecto Fire-RS arrancó en junio de 2016 y su novedad radica en la definición de un sistema que integra diferentes tecnologías -satélites, drones y sensores infrarrojos- a las que en el futuro podrían sumarse otras nuevas. El Lume 1 incorpora mejoras en las soluciones que ya formaban parte del XaTcobeo, el Humsat-D y el Serpens e incorpora nuevos sistemas "con tecnologías muy avanzadas" y de interés para el sector. "Diseñamos una tecnología muy flexible y escalable hasta satélites de 10 y 20 kilos, lo que la hace muy competitiva a nivel mundial", subraya Aguado. Ejemplo de ello son las primeras iniciativas impulsadas desde el Centro de Innovación Aeroespacial de Galicia (Cinae), que mantiene una "excelente cooperación" con la Universidad. En este marco, la Agrupación Aeroespacial trabaja actualmente con la empresa Aistech en varios proyectos.

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