Afrontaba 4 años de cárcel y 10 años de privación de la patria potestad sobre su hija acusado de sustracción de menores por llevarse a la menor a la República Dominicana en 2011 pese a que la guarda y custodia había sido atribuida a la madre. Pero finalmente hubo una conformidad entre fiscal, acusación particular y defensa por las que se le impuso un año de prisión por delito de desobediencia. Además, se quedará con su hija, a la que nunca reintegró a su exmujer y que ayer de hecho acudió con él a los juzgados de Vigo.

La razón, explicó el propio letrado de la madre, es el "interés" de la menor. La mujer, de origen marroquí y nacionalizada española, vive en una institución de Cáritas en Alicante, sufre una fuerte depresión y no tiene ni medios económicos ni más familia en España. En su situación, dijo el abogado, no podría hacerse cargo de la adolescente. "Accede a la conformidad porque ella lo que quiere es que la niña esté bien", señaló. Si se privase de la patria potestad al padre, la joven, que quiere seguir con el progenitor, tendría que ser tutelada por la Administración. Por ello, ayer se llegó a un acuerdo que evite esa privación de la patria potestad. Ahora el padre iniciará un proceso civil de cambio de custodia, en el que a su vez la madre exigirá tener derecho a visitas.

El ahora condenado, empresario catalán, se había venido a vivir con su mujer e hija a Gondomar por motivos laborales. Tras arrancar el proceso de divorcio, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo atribuyó la guarda y custodia a la madre y, ante el riesgo de sustracción, prohibió la salida del territorio nacional de la menor con la retirada del pasaporte. Pese a ello, aprovechando las vacaciones de Semana Santa de 2011, el progenitor, contra la voluntad de la madre, se llevó a su hija a la República Dominicana. El empresario tenía allí negocios. Tras la denuncia de sustracción, varios años después la Interpol localizaba al hombre y a la menor, que estaba escolarizada en Santo Domingo. En la actualidad, al parecer, padre e hija se encuentran en Cataluña.

El hombre nunca reintegró a la menor a su exmujer, que a raíz del divorcio y la sustracción de su hija se quedó sin medios económicos y cayó en depresión. De hecho, su abogado le lleva la causa de forma altruista. Esta madre, que accedió al acuerdo de ayer para evitar que la adolescente tenga que acabar siendo tutelada por la Admnistración, lucha aún para que su exmarido le abone la pensión compensatoria. En la condena de ayer, el hombre debe indemnizar a su exesposa con 6.000 euros por privarla de la compañía de su hija.