El día que Alejandro Rouco se sentó al volante del autobús de la línea C2 de Vitrasa no tenía ni idea de que aquel sábado Román Iglesias lo convertiría en el protagonista de una de las cartas que más han emocionado a los lectores de FARO DE VIGO: Un 10 para un conductor de Vitrasa.

Ahora, el decano de la prensa española los ha reunido a ambos en un emotivo encuentro después de que más de 70.000 personas hayan leído la carta en la web de FARO DE VIGO y otras 9.000 personas la hayan compartido en las redes sociales.

"Estaba comiendo con un compañero cuando vimos en Facebook que alguien había publicado una carta hablando de un conductor de Vitrasa", explica el chófer. "Fue entonces cuando me di cuenta de que estaban hablando de mí".

Agradecido por el texto de Román, no oculta su sorpresa por lo que él considera un "gesto insignificante" alcance tanta relevancia. "Lo de insignificante lo valoras tú", le corta un emocionado Román después de fundirse en un abrazo con el protagonista de su carta, "porque viendo los comportamientos en otras oficinas y estamentos en las que nos movemos, nos encontramos todo tipo de gente y tratamiento. Lo del otro día me emocionó".

La historia de Alejandro y el que fuera juez de paz de Crecente quedó unida para siempbre cuando el conductor de Vitrasa invitó a subir al autobús a un chico sordomudo con un carrito de bebé y llevarlo hasta otra parada sin cobrarle el billete.

Es ahí cuando Alejandro hace detiene la historia de Román para corregirla: "En la carta parece que el chico viaja gratis, pero no fue así. Hubo un billete y ese billete lo pagué yo". Es entonces cuando explica que le sacó el ticket para evitarle problemas por si en ese trayecto hubiese sucedido algún accidente. "Además", apunta, "tengo que justificar los billetes por las noches".

Un ejemplo para mejorar

Alejandro Rouco lleva poco más de año y medio trabajando en Vitrasa, pero "estas pequeñas cosas me animan a seguir trabajando" con la esperanza de que la relación entre los conductores de la compañía y el público sea más amable.

"Noto una relación tirante entre el conductor y el viajero", explica el chófer que achaca al estrés que sufren al volante de los autobuses las posibles malas contestaciones o situaciones de tensión que se puedan dar en un espacio tan reducido como puede ser la cabina de un autobús.

De hecho, la relación entre piloto y cliente fue una de los asuntos más comentados en la página de Facebook de Faro de Vigo el día de la publicación de la carta.