"Os voy a decir lo que está sufriendo mi hijo. La profesora G.H. se dedica a zarandearlo de malas formas, a tirarle del brazo, se burla de él, le come el bocadillo...Con esto quiero decir que controléis a vuestros hijos y les preguntéis por esta individua". Este mensaje fue enviado al grupo de WhatsApp de padres de alumnos de 5º de Infantil del CEIP Carrasqueira por una de las madres. La progenitora aseguraba que su hijo sufría un trato indebido por parte de una docente del centro y alertaba al resto de los padres sobre su comportamiento.

Sin embargo sus palabras generaron un efecto inverso y terminaron por sentarla en el banquillo del Juzgado de lo Penal 3 de Vigo acusada de un supuesto delito de injurias contra la maestra y afrontar una multa de 1.600 euros al considerar el fiscal que las palabras de la procesada son "descalificativos al buen nombre y decencia de la ofendida" al no quedar demostrado lo contrario.

Durante la vista oral celebrada ayer, la denunciada, a su vez antigua alumna del colegio, reconoció haber escrito el whatsapp . "Solo puse lo que mi hijo me decía, para saber si también pasaba con otros alumnos", explicó la mujer en su declaración.

Una semana después de lo ocurrido, según revelaron varios de los implicados en el caso, hubo una disculpa por parte de la madre del alumno tanto personalmente como por el grupo, sin embargo no fue del agrado de la profesora denunciada. "Ella se disculpó en el whatsapp por poner ese mensaje, pero no por el contenido. Este comentario ha supuesto un agravio a mi credibilidad, he perdido peso y ha generado comentarios de padres contra mi persona que no son ciertos", relataba entre sollozos la maestra, quien lamentaba que este episodio había "roto la magia" de la clase.

Problemas con la merienda

La supuesta víctima trabaja como profesora de apoyo en el centro y también enseña el funcionamiento de la biblioteca a los pequeños desde el año 1985.

"Me gusta despertar en ellos la creatividad y jugar con los sentidos. Por ello jugamos con la comida, la palpamos antes, la olemos, a mí los alumnos me ven y me dicen monstruo del chorizo, y por eso el niño puede decir que me como su bocadillo, pero solo estamos jugando. No quiero que esto se convierta en un problema pero tampoco quiero pasar de puntillas", aclaró la afectada.

Tanto la jefa de estudios del CEIP Carrasqueira como el inspector de Educación que declararon en el juicio aseguraron que nunca tuvieron queja de esta profesora y que explicó los hechos a los que se refería el niño tanto a la propia madre como en un acto de conciliación posterior.

"Aunque se disculpara, lo hizo de mala manera. No hubo temeridad en sus palabras, solo desconocimiento", insistía el inspector, mientras la funcionaria del centro público relataba que el niño acudía "feliz" y sin "miedo o ansiedad" al colegio.