El gobierno local prevé tener sobre la mesa el diseño de la nueva Porta do Sol peatonalizada en el plazo de cinco meses. El concurso para redactar el proyecto constructivo salió el miércoles a concurso con un presupuesto de 217.800 euros y una vez adjudicado el Concello establece unos plazos férreos con la intención de acortar los tiempos. La empresa responsable de los trabajos dispondrá de tres meses para cerrar su propuesta. El pliego concede 15 días para realizar estudios técnicos previos, otros 15 para redactar un avance del diseño, 40 de máximo para redactar el proyecto de ejecución y otros 15 para entregarlo cumpliendo con las exigencias municipales.

El Concello quiere tener en agosto la solución técnica más viable para soterrar el tráfico entre Príncipe y Elduayen y conocer en qué medida se podrá aprovechar la estructura actual del parking de Porta do Sol cuya concesión está pendiente de un nuevo concurso. Los técnicos municipales piden que la propuesta minimice la reducción de plazas de aparcamiento por tratarse de una zona con escasa oferta tanto para residentes como para visitantes.

Aprovechar el hueco abierto por el parking ahorraría costes y reduciría el presupuesto a alrededor de 8,6 millones de euros, a expensas de los cambios que pueda introducir la adjudicataria al redactar el proyecto definitivo. El planteamiento inicial pasa por soterrar los dos sentidos de circulación desde la altura de la Travesía del Príncipe hasta Elduayen para permitir la integración peatonal de Porta do Sol en el Casco Vello, pero será el proyecto constructivo el que, según los pliegos, "valore y determine de forma razonable la posibilidad de ampliar ligeramente las cabeceras del túnel respecto a la propuesta inicial".

Otra de las alternativas que queda en manos del redactor del proyecto es la forma en que se resuelven las bocas del túnel en el Paseo de Alfonso. Tras evaluar cinco alternativas posibles de trazado, los técnicos de la Concejalía de Fomento optan por un subterráneo en doble sentido con dos accesos por Elduayen, uno por cada sentido del tráfico, en lugar de la otra posibilidad estudiada de implementar los dos sentidos de tráfico en la misma sección, uno encima del otro, para reducir la superficie del parking afectada.

La "propuesta base" que podrá ser modificada por el contratista retranquea las bocas del túnel desde el Paseo de Alfonso 90 metros para favorecer su integración urbana en superficie y diseña rampas de un 12% de pendiente. Compatibilizar el túnel con la estructura del aparcamiento es el mayor desafío que deberá resolver el proyecto constructivo así como garantizar un gálibo mínimo de entre 3,30 y 3,60 metros a lo largo del subterráneo para posibilitar el paso de autobuses urbanos y vehículos de reparto que sirven a los locales del Casco Vello.

El gobierno vigués da por hecho que será necesario rectificar el forjado del primer sótano en la parte de Policarpo Sanz para lograr mayor altura, lo que implica además suprimir plazas de aparcamiento del segundo sótano. También se considera necesario "reforzar los forjados y el resto de elementos resistentes" para garantizar que soportan las nuevas cargas previstas

El Concello anunció su proyecto el día 28 de febrero, quiere tener el diseño definitivo a finales de agosto o principios de septiembre e iniciar las obras este mismo año. Su planteamiento busca convertir Porta do Sol en un gran espacio abierto a los ciudadanos, libre de tráfico rodado. Aunque los plazos dependerán de la complejidad técnica de la solución finalmente adoptada, se baraja un periodo de obra medio de unos 18 meses, durante los cuales habrá que habilitar medidas alternativas para canalizar la circulación que también debe ser propuesta en el proyecto que se conocerá en verano.

El gobierno local busca con esta actuación "un efecto transformador del centro histórico de la ciudad de Vigo y Porta do Sol, manteniéndola como uno de los principales ejes vertebradores del desarrollo urbano de la ciudad". Vigo quiere contar a finales de 2019 con una gran plaza pública de la que presumir al igual que el resto de grandes ciudades españolas y europeas. Se quiere además conectar la parte baja del Casco Vello con la zona alta y resolver problemas de movilidad en una zona con un alto índice de envejecimiento.