El puerto de Vigo cerrará el balance de marzo con un crecimiento en el apartado de mercancía general menor del esperado. Entre las causas está la reestructuración de escalas aplicada por las navieras para sortear los paros anunciados por los estibadores españoles. Pese a que todas las jornadas de huelga organizadas por los sindicatos fueron finalmente desconvocadas, estas se confirmaron sin tiempo ni credibilidad suficiente para que las armadores rectificasen la decisión de desviar buques. Por esta razón, Vigo ya perdió en el último mes, según datos de la Autoridad Portuaria, cinco barcos: uno de Maersk y cuatro de Hapag-Lloyd.

De momento ninguna de estas estas navieras acordaron suprimir las escalas programadas en Vigo. La última en incorporarse a Guixar, Hapag-Lloyd, ha elegido como alternativa para la salida de Europa del barco directo a Canadá el puerto de Lisboa, el mismo que abandonó en mayo de 2016 por las paros de los portuarios portugueses. Los cuatro barcos desviados al puerto luso equivalen a los de todo un mes en Vigo, sin embargo, desde su consignataria indicaron a este periódico que se trata de una solución temporal. "Por ahora el servicio está escalando en Lisboa hasta que se aclare la situación con la estiba en España. La intención de Hapag es retornarlo a Vigo cuando la situación vuelva a la normalidad", recalcaron representantes vigueses de la compañía alemana.

En otros puertos españoles los efectos de la conflictividad laboral han sido bastante más dañinos. Como en el de Valencia, donde ya el pasado febrero el tráfico de contenedores cayó un 24%, y se espera que este mes de marzo acabe también con una importante pérdida de mercancías provocada por la "baja productividad". Una acción premeditada de los estibadores que en Vigo afectó a la terminal de vehículos de Bouzas solo que en este caso sin llegar a perjudicar al crecimiento en carga que el recinto Ro-Ro repetirá este marzo.