El próximo 19 de junio el derrumbe del centenario edificio Odriozola -suceso ocurrido en 1999 que se saldó con una mujer fallecida- volverá a protagonizar un juicio. Y es que, tras la sentencia penal absolutoria, dos familias afectadas por el siniestro han llevado el caso a la vía civil. La titular del Juzgado de Primera Instancia número 10 de Vigo será la que deberá decidir ahora sobre las indemnizaciones que se solicitan.

Esta sala acogió ayer la audiencia previa, a la que fueron el abogado de los demandantes y los de los demandados: Rogina Instalaciones, empresa propietaria del edificio siniestrado; el contratista que dirigió la demolición del inmueble contiguo durante la cual ocurrió el derrumbe; los dos aparejadores y aseguradoras. Guneypro, dueña de ese edificio contiguo y declarada en rebeldía en este proceso, no compareció. Los demandados se oponen a la demanda alegando cuestiones como prescripción o cosa juzgada. Argumentos que rechazan los perjudicados. Su letrado expuso que hubo "falta de diligencia" en aquellas obras de demolición, así como que la empresa dueña del Odriozola también incurrió en "falta de adopción de medidas de cautela" pese a "conocer" el estado previo de su centenaria construcción.

La juez ha reservado inicialmente tres días para el juicio. Además de las partes, comparecerán peritos. Varios afectados fallecieron desde que se inició este largo proceso judicial.