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Nuevo Cronista Oficial de la ciudad

Ceferino de Blas: "Voy a proponer un 'muro del prestigio' con los nombres de las personalidades más importantes que llegaron a Vigo"

Propone crear un muro que refleje las personalidades que pasaron por la urbe, como Einsten o Trotski

El periodista, investigador y Cronista Oficial de Vigo, Ceferino de Blas. // FDV

De la personalidad de Vigo, Ceferino de Blas, veterano periodista, exdirector de FARO, investigador y -desde la semana pasada- Cronista Oficial de la ciudad, destaca dos valores por encima de cualquier otro: su talante acogedor y su rica e "impresionante" historia. Dos cualidades que aúna en su primera propuesta como cronista: crear un "muro del prestigio", un espacio en la ciudad que sirva para rememorar las figuras insignes que en el pasado visitaron Vigo o, sencillamente,se maravillaron de su ría.

-¿Con qué ánimo recibe el título de Cronista Oficial de Vigo?

-Lo asumo con mucha responsabilidad y una satisfacción enorme. Yo creo que es un título honorífico que puede prestigiar a cualquiera que tenga interés por la cultura, la historia y sobre todo por una ciudad como esta, maravillosa, y de la que yo estoy enamorado.

-¿Se fija algún objetivo?

-Tengo que estudiarlo. Es evidente que lo que me encomienda el Ayuntamiento lo voy a hacer, la parte oficial; pero por otro lado, yo empiezo a tener ideas y alguna cuestión que quiero plantear como objetivo de mi trabajo. Por ejemplo, partiendo de la base de que Vigo fue el gran puerto de entrada y también de salida del mundo sudamericano y de América hacia Europa, quisiera incidir en los muchos personajes que llegaron a Vigo. Y me encantaría, al estilo que hacen los americanos, hacer lo que yo llamaría el muro del prestigio de Vigo. Es decir, reflejar en algún muro, que tendría que instalar el Puerto o quien fuese, la serie de personajes muy importantes que llegaron a la ciudad. Quisiera también que Vigo se convirtiese un poco en un gran museo al aire libre. Ya empieza a serlo con los murales que ahora adornan las fachadas, pero tendría que complementarse con los nombres y los lugares que visitaron muchos de los personajes que llegaron a Vigo.

-¿Por ejemplo?

-Este año celebramos el centenario del fusilamiento de la gran espía del siglo XX, Mata Hari, y yo creo que en Vigo nunca nos dimos cuenta de que Mata Hari estuvo por lo menos cuatro veces aquí y que pasó, por lo menos, unos 15 días. No nos damos cuenta por ejemplo de que Eisten, en uno de los viajes que hizo a América, pasó por el puerto de Vigo -dos veces, de hecho, de ida y vuelta-. Y aunque no bajó nunca a tierra, sin embargo tiene una de las descripciones más bonitas que hay de las puestas de sol fantásticas que tenemos aquí. Está también Unamuno, quien estuvo asomado al barco que lo llevaba al exilio, y muchísima más gente, como Carmen Laforet, en el primer viaje que hace a América. A mí me gustaría recoger biográficamente su presencia en esta ciudad; y que quedase señalada. Vigo fue una de las ciudades por donde pasaron más personajes importantes, como Trotski, que estuvo en prisión aquí.

-En Vigo ha abundado el prejuicio de que es una ciudad sin historia. ¿Cree que ya está superado o que todavía persiste?

-Efectivamente, Vigo pasaba por una ciudad no culta. Y hubo gente interesada, a lo largo del siglo XIX y avanzado el XX, en que Vigo no era una ciudad culta. Y sin embargo es todo lo contrario. El Vigo histórico, sobre todo del siglo XVIII hasta ahora, es absolutamente impresionante. Y tanto es así que tenemos el periódico más antiguo de España. Había una clase ilustrada muy importante, muy influyente y que hizo mucho por la cultura.

-¿Y está superado ese complejo o aún sigue enraizado?

-Algo queda. E incluso personajes muy importantes que hubo en Vigo indujeron a esta confusión no hace mucho tiempo. Por ejemplo Torrente Ballester siempre contaba que cuando vivía aquí, de joven, solo él y otra persona compraban la Revista de Occidente. Aunque él diga eso no es verdad. Vigo ya tenía muchísimos periódicos; hasta el punto de que yo digo siempre que esta es la ciudad de la prensa, no solo por tener el periódico decano, sino porque había montones de semanarios, mensuales, diarios? Vigo fue, por ejemplo, en los 20, una ciudad donde las vanguardias tuvieron una gran presencia.

-¿Qué se juega la ciudad en redescubrir ese pasado propio?

-Yo creo que es muy importante. La gente necesita sentir autoestima de lo que es, sentirse orgullosa. Saber que Vigo es una ciudad que rebosa cultura. Saber que desde los años 20 los pintores querían exponer en Vigo o que en los 50 fue la tercera ciudad de España, después de Madrid y Barcelona, donde más libros se editaron. Es bueno que Vigo tenga un sentimiento fuerte de que es una ciudad culta, receptiva para todo lo que llegue del mundo de la cultura.

-A la vista de los trabajos del Instituto de Estudios Vigueses (IEV) que, de forma periódica, indagan en nuevos aspectos de la historia de Vigo, ¿Cree que queda aún mucha historia por escarbar?

-Quedan cosas. Muchas, no lo sé. Pero quedan cosas. Fundamentalmente ordenar y sistematizar. Se conocen los episodios, pero hay algunos que no están suficientemente estudiados. Se conocen los personajes, pero algunos necesitan una atención y una dedicación. Eso es lo que yo creo que falta: armar y sistematizar todo ese trabajo. Luego siempre aparecen flecos, pero son flecos. Yo quiero insistir en lo del Instituto de Estudios Vigueses, donde hay fantásticos historiadores. Cuando me propusieron el cargo de cronista lo pensé. Primero lo consulté con mi mujer, Marisa Real. Luego lo comenté con gente de FARO, que me animaron. Y lo hablé también con personas del IEV que considero indispensables.

-El viernes, durante su discurso de aceptación del cargo de Cronista Oficial, resaltaba el carácter acogedor de Vigo, ¿cree que es un rasgo que marca su identidad?

-Para mí es de lo más importante que tiene esta ciudad. A Vigo le aportó muchísimo la gente que venía de fuera. Si esa gente no hubiese sido bien recibida y tratada no hubiese dejado la obra que dejó, tanto en el plano de la industria, como en el económico o ciudadano. Si se coge el callejero vigués se verá que hay muchas más calles, plazas y estatuas dedicadas a gente que vino de fuera que a gente de dentro. Si Vigo no fuera tan acogedora, si no hubiera integrado así a la gente que llega de fuera, no sería la ciudad que es hoy: cosmopolita, diferente, nada provinciana, como son otras muchas urbes de otros sitios y muchas urbes gallegas, que suelen tener mucho empaque de ciudad antigua y sin embargo no tienen ese carácter moderno que sí tiene Vigo. Esta ciudad más que el hecho en sí, es la ría, es su entorno... No es excluyente, sino incluyente e integradora.

"Quiero que la historia de FARO quede como mi obra fundamental como Cronista Oficial"

  • -El viernes, durante su discurso de aceptación del cargo de Cronista Oficial de Vigo, avanzaba que ejercerá el cargo con los criterios del periodismo: "La objetividad, la independencia y la pulcritud estilística". -Sí, ahí hay dos planos. El del cronista y periodista. El cronista hoy no puede ser el cronista de hace años, primero porque en la actualidad los medios de comunicación progresaron tantísimo que no tienen nada que ver con los de 1890, cuando entró Taboada Fernández, quien pidió ser cronista de Vigo y se propuso para escribir una historia de Vigo. Prácticamente todos los cronistas anteriores escribieron una historia, dejaron una obra de un cierto interés histórico. Yo quiero dejar la historia del FARO DE VIGO, que ya está prácticamente terminada y que es una historia muy importante que me llevó mucho tiempo. Recoger la historia entera de FARO es prácticamente imposible, pero en ella está recogida, creo yo, de forma más o menos lineal, una historia de Vigo superpuesta a la historia de FARO. En ella se reflejan las transforamciones, las aportaciones que hace FARO a lo largo de la historia... Y también los personajes que hay en la vida del periódico. El diario está tan imbrincado en la vida de la ciudad que a veces no se sabía qué era el FARO y la ciudad. Mi teoría, y esto lo digo siempre, es que cuando FARO y la ciudad van al unísono, la ciudad funciona muy bien. Esta historia de FARO DE VIGO quiero que quede como mi obra fundamental como cronista. Yo creo que es conveniente como aportación historiográfica para la ciudad, para la gente que quiera leer y tenga interés en conocer el municipio desde 1853 hasta el año 2015.

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