Vigo quería recuperar el Castro. Un camino que se inició a comienzos del siglo XX. Pero allí estaban los militares, en un lugar que se había comenzado a construir en 1656. Muchos alcaldes quisieron convertir el escenario en emblemático, ya que la historia refleja que la ciudad nació allí. Fue en marzo de 1927 cuando se dio un paso clave e importante. El Ramo de Guerra, el equivalente al Ministerio de Defensa, aprobó la cesión. Pero no a cualquier precio. El Ayuntamiento de Vigo se comprometía a ceder 90.000 metros cuadrados en la Finca del Carmen para que se instalará allí el cuartel militar. Alonso Cuenca, el alcalde de la ciudad en aquella época, firmó el acuerdo. Pero nunca se cumplió.
A pesar de que se marcaron plazos, se retrasó todo con el paso de los años. El Castro pasó a ser propiedad municipal y pública a cuentagotas. La burocracia y los proyectos se acumularon en los despachos. En la cronología histórica se insiste una y otra vez en el acuerdo de 1927 como una de las principales referencias para que se tramitara la cesión. La Guerra Civil estancó de nuevo la iniciativa. La zona era objeto de debate casi permanente y todos los alcaldes hicieron gestiones para llegar al acuerdo definitivo.
El ayuntamiento vigués tenía un ambicioso proyecto en 1927. En el mismo se incluía el establecer una línea de tranvías con la zona más alta, incluso construir un funicular, miradores en diversos lugares, escaleras, jardines y cafeterías. También conservar las murallas. Nunca se llegó a realizar. Tampoco los militares dejaron la zona, aunque fue muchos años más tarde cuando se ocuparon el cuartel de Barreiro.
Eso sucedió en 1964. Un solemne acto, según relata el Decano, confirmó de forma definitiva la cesión. Lo presidió José Ramón Fontán. En el acuerdo, con la firma del Ministerio del Ejército, también se incluía el espacio de la actual plaza del Rey. El consistorio vigués pagaría cuatro millones de pesetas en tres plazos. Los militares pasarían a Barreiro.
Reivindicando una y otra vez el acuerdo con el Gobierno en 1927, y también con los responsables de Hacienda, se inició una etapa que se puede considerar también decisiva. Pero también se estancó con el paso de los meses hasta que llegó a la alcaldía Rafael Portanet. Entonces se pusieron en marcha los trabajos para la recuperación total del lugar. Una de sus primeras decisiones fue la de mejorar los accesos, abrir algunos lugares a los vecinos y derribar la ermita de Nuestra Señora del Castro. Fue una decisión polémica. Los elementos de la iglesia se encuentran en la actualidad en la iglesia de Santo Tomé de Freixeiro. Rafael Portanet se involucró de manera directa en realizar numerosas inversiones, algunas de ellas con fuerte contestación social. Las obras llegaron a sufrir diversos sabotajes por parte de personas que no estaban de acuerdo con las mismas.
La cesión del Castro a Vigo está también ligada a la actual plaza del Rey. Todo estaba en el histórico acuerdo de 1927. Sin embargo, no fue hasta el 9 de marzo de 1976 cuando se completó en su totalidad. El Boletín Oficial del Estado publicó el decreto para que 1934 metros cuadrados pasaran a formar parte del ayuntamiento. Fue el final de un proceso largo, tortuoso y de lucha constante.
