El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, de En Marea, ha dado un giro de 180 grados a su política aeroportuaria y ha decidido echar mano de las arcas municipales para evitar que Alvedro pierda conexiones y pasajeros. Tras negarse a subvencionar vuelos e incluso no prorrogar algunos acuerdos, ahora, dos años después de llegar a la Alcaldía, el regidor pagará a Iberia para que reponga a partir de abril la última conexión de los lunes entre A Coruña y Madrid, una conexión que la compañía había cancelado en su programación de invierno. Y el regidor contará con una ayuda extra. La Cámara de Comercio de la ciudad herculina le apoyará con fondos propios. Esta institución empresarial está presidida por Antonio Couceiro, exconselleiro de Industria en el Gobierno de Manuel Fraga. Ferreiro rechaza, sin embargo, desvelar la cuantía del acuerdo.

El regidor irrumpió en María Pita con un discurso que propugnaba evitar, incluso eliminar, las subvenciones a las aerolíneas fundamentalmente por dos motivos: porque no tenía sentido financiar con fondos públicos a compañías que eran ya rentables con el propio movimiento de viajeros; y porque el gran agujero económico que tenía el concello coruñés le obligaba a destinar los limitados recursos disponibles a las políticas sociales en detrimento de otras partidas. A Coruña es la ciudad de Galicia con mayor deuda y está entre las que peor paga a sus proveedores. Sin embargo, también es la urbe que más dinero público había destinado a financiar aerolíneas: más de 24 millones entre 2007 y 2015.

Las primeras decisiones de Ferreiro fueron en esa dirección. Así suprimió las suvenciones a Air Europa y Vueling, pero mantuvo un acuerdo millonario con Vueling. En su argumentación tachaba de "exageradas" las ayudas, defendía la "complementariedad" de los aeropuertos y clamaba contra "la competitividad mal entendida".

Ahora Ferreiro da marcha atrás y apuesta por engrasar con dinero público -a través del Consorcio de Turismo- a las aerolíneas para que no abandonen Alvedro. En el caso de Iberia justifica la aportación económia como una contraprestación a la proyección de la ciudad "como destino turístico".

Es más, el alcalde está dispuesto a asumir personalmente la política comercial y ha viajado a Dublín para negociar cara a cara con la compañía Aer Lingus un vuelo con la capital coruñesa, pese a que esta conexión irlandesa ya la tienen tanto Santiago, cuyo regidor Martiño Noriega, es de su mismo partido -En Marea- y Vigo, que la estrenó el año pasado de la mano de Raynair. El rechazo a las subvenciones y la no duplicidad de vuelos ya no son criterios prioritaros para Ferreiro.