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El final del monopolio en los muelles

El Gobierno plantea retrasar el decreto de la estiba por carecer de apoyos y dar tiempo a un acuerdo

El próximo jueves era la fecha prevista para convalidar la reforma en el Congreso -Ahora el Ejecutivo está dispuesto a aplazarla, pero llama a la "responsabilidad" de los grupos y de los agentes del sector para aprobarla "cuanto antes"

Buques atracados esta semana en la terminal de contenedores de Guixar. // Ricardo Grobas

Más tiempo sin perderlo. El Gobierno se plantea ahora retrasar la convalidación en el Congreso del decreto de la reforma de la estiba, prevista para el próximo jueves. El rechazo de los grupos políticos han obligado al Ejecutivo a sopesar el aplazamiento del controvertido cambio en la ley -obligado por una sentencia del Tribunal de Justicia Europea de diciembre de 2014- y de paso así da más tiempo a patronal y sindicatos para que logren un acuerdo que frene el calendario de huelgas que amenaza con paralizar los puertos españoles de titularidad estatal, como el de Vigo. Con todo, el portavoz gubernamental, Íñigo Méndez de Vigo, apeló ayer a la "responsabilidad" de los partidos de la oposición y de los agentes del sector instándoles a negociar con el objetivo de aprobar la reforma "cuanto antes".

Una urgencia que justificó para evitar que la Unión Europea imponga a España, por incumplimiento de la citada sentencia, una sanción diaria de 134.000 euros a la que habría que sumar la que ya acumula de 21,3 millones por haber vulnerado la normativa europea permitiendo el monopolio en la manipulación de mercancías portuarias. Una celeridad en la convalidación del decreto que también reclama la comisaria de Transporte de la UE, Violeta Bulc, en una carta dirigida al ministro de Fomento. El portavoz del Gobierno recordó que en su misiva, Bulc explica que una vez superado el plácet de la Cámara Baja, siempre que la esencia del real decreto ley no haya sido alterada, dará orden a sus servicios para que rápidamente informen al Tribunal comunitario para proceder al cierre del caso, sujeto a la aprobación por el Colegio de Comisarios. Además, Bulc, que en la carta insta a continuar con el diálogo social entre estibadores y empresas para asegurar una implementación "suave" de la reforma, tiene previsto viajar el próximo lunes a España y comparecer el martes en la Comisión de Fomento del Congreso.

"En este marco de la negociación colectiva entre patronal y sindicatos creemos que hay margen para un acuerdo y, si necesitamos más tiempo, estamos dispuestos a dar más tiempo para ese acuerdo", dijo Íñigo Méndez de Vigo en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros. Pero aunque considera que sería "incomprensible para la sociedad española" no mantener el diálogo después del esfuerzo que se ha hecho para asegurar los puestos de trabajo y la continuidad del sector, advirtió de que, si se mantiene el conflicto y se dilatan los plazos, "el acuerdo podría llegar demasiado tarde, cuando el daño a los puertos españoles sea difícilmente reparable".

La fecha del debate de convalidación del real decreto ley se podría modificar en la próxima reunión de la Junta de Portavoces del Congreso, previsiblemente el próximo martes. No obstante, fuentes del Gobierno precisaron que la decisión se tomaría "en función de cómo avancen las negociaciones entre las partes en los próximos días". Y el tiempo corre. El plazo máximo para convalidar el contestado decreto es de un mes a contar desde la aprobación por el Consejo de Ministros, que se produjo el pasado 24 de febrero.

Los sindicatos ya suspendieron dos de las nueve jornadas de huelga convocadas, las del 6 y el 8 de marzo. Curiosamente, las de los días previos a la fecha del debate de convalidación.

El Puerto "no baja la guardia" y la patronal estibadora habla ya de "daños irreparables"

Las plantillas de Marín y Vilagarcía aseguran a la de Vigo que harán huelga

  • "El Puerto de Vigo no baja la guardia". Su presidente, Enrique López Veiga, aseguró ayer que la institución portuaria mantiene "su plan de acción" para minimizar los efectos de las movilizaciones de los estibadores pese a la suspensión de las de los días 6 y 8. "Hay un gabinete de crisis que se está reuniendo y las medidas están listas para aplicarlas cuando sea necesario", explicó excusando no dar más detalles sobre un plan de acción basado principalmente en el refuerzo "de la vigilancia y seguridad" para evitar acciones violentas y velar por el cumplimiento de los servicios mínimos.En una entrevista a FARO, el presidente del comité de empresa de la Sagep de Vigo, Manuel Río, descartó esas reacciones violentas que teme Veiga, "un miedo que infundió para criminalizarnos, y nada más lejos de la realidad", afirmó. El dirigente portuario aplaude esta actitud "porque los follones no son buenos". Pero sin dudar de esas buenas intenciones, no se fía, y ratifica su advertencia de que de producirse lo contrario, "que se atengan a las consecuencias".Entretanto, los sindicatos de la Sagep viguesa se han preocupado estos días de recabar el apoyo de sus compañeros en los puertos estatales de la provincia para evitar la tentación de las navieras de emplearlos como alternativos a Vigo en los días de paro. Según fuentes sindicales, las plantillas de Marín y Vilagarcía garantizaron que también irán a la huelga. Sin embargo, entre ambas apenas suman una veintena de portuarios por lo que difícilmente podrían paralizar la actividad en los muelles.En paralelo, la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (Anesco) se expresó ayer "con cautela" sobre la suspensión de dos de las nueve jornadas de huelga. En una nota, la patronal habla de "daños irreparables causados por "la amenaza de huelga por segunda vez consecutiva a lo largo del último mes". Anesco reitera su malestar "por los perjuicios que ya ha ocasionado" el anuncio de paros en "la imagen y competitividad" de los puertos españoles, además de del desvío de tráficos "irrecuperables".

Los servicios mínimos fijan un rendimiento "no inferior al 50%"

  • El Ministerio de Fomento informó ayer de los servicios mínimos durante la huelga en la estiba que arranca, después de la suspensión de la prevista para el 6 y 8 de marzo, el día 10 para extenderse durante siete días alternos (lunes, miércoles y viernes) de las siguientes semanas (13,15, 17, 20, 22 y 24 de marzo). Aunque los paros sólo se harán en las horas impares -a partir de las 8.00- se exigirá el porcentaje necesario de servicio para garantizar "un rendimiento no inferior al 50 % del promedio del año natural anterior en jornada comparable (horario y tipo de mercancía)".Por su duración y al afectar a una actividad de la que depende el desarrollo económico y abastecimiento de la población, Fomento considera que la huelga es de "suficiente entidad" para establecer unos servicios mínimos que "eviten un quebranto irreversible en el sector productivo del país". Por ello sitúa unos servicios mínimos del 100 % en operaciones que afecten a mercancías perecederas o peligrosas, cuya permanencia en el puerto puedan representar un riesgo grave para personas o instalaciones.

"En Algeciras, sobre todo, hay mucho en juego", dice Maersk

  • Maersk valoró ayer la suspensión de los paros del 6 y 8 de marzo y cree que "ahora toca mover pieza", señaló su director de Operaciones para el Sur de Europa, Carlos Arias, en un comunicado. Este directivo admitió la dificultad de revertir el "plan de contingencia" -diseñado para esquivar los paros, y que incluye, como el caso de Vigo, la cancelación de escalas o desvío de buques a puertos alternativos a los españoles- sobre todo por cuanto el calendario de huelgas "no se desconvocó por completo". Arias alertó de que "es demasiado lo que está en juego, especialmente en Algeciras", pero confía en que haya un acuerdo. Para ello llamó al Gobierno de España "a implicarse en las negociaciones".

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