Al igual que otras grandes ciudades de Europa, como París, Madrid o Barcelona, Vigo tendrá la pieza clave de la que ahora carece su urbanismo: una gran plaza peatonal en pleno centro. El Concello planea convertir Porta do Sol en un gran espacio abierto a los ciudadanos, libre de tráfico rodado. Para conseguirlo canalizará el paso de coches, camiones, buses... a través de un túnel con doble sentido de circulación situado entre las calles Policarpo Sanz y Elduayen. Un ambicioso proyecto que transformará el corazón urbano de Vigo y al que el Ayuntamiento prevé destinar una inversión de 8,63 millones.

Según el cronograma que ya maneja, su tramitación arrancará de forma inminente: a mediados de marzo la Junta de Gobierno aprobará el expediente para contratar la redacción del proyecto. En septiembre se dará luz verde a la licitación de la obra. Y ya a finales de año -aproximadamente a mediados de diciembre- se espera poder adjudicar los trabajos e iniciar la fase de construcción. Su plazo de ejecución será de unos 18 meses, con lo que, si se cumple el calendario previsto, Vigo dispondrá de su nueva gran plaza peatonal a mediados de 2019.

Peatonalización de Porta do Sol: el antes y después

Para poder hacer realidad el proyecto será fundamental el túnel que enlazará Policarpo Sanz con Elduayen y por donde circulará el tráfico en doble sentido. Del lado de Policarpo Sanz, la boca del subterráneo se situará a la altura del cruce con la calle Príncipe. El Concello busca así minimizar su impacto sobre Porta do Sol. Por el otro extremo, el de Elduayen, el acceso se dividirá en dos bocas de entrada, una para cada sentido de la circulación, separadas por 90 metros. Con esa salida adelantada se quiere facilita servicios como los bomberos, las ambulancias o repartos.

Entre las bocas más alejadas habrá una separación de 210 metros y entre las más próximas la distancia será algo menor, de 120. Con el retranqueo de 90 metros para el acceso de los dos sentidos del tráfico en el tramo de Elduayen el Concello quiere "mejorar la integración urbana en superficie". Las bocas dispondrán a su vez de rampas con un 12% de pendiente. El gálibo, o altura, del subterráneo debe ser de al menos 3,3 metros, aunque el Concello plantea elevarlo ligeramente -hasta 3,6-, para que pueda circular por él sin problemas el transporte público urbano.

Una de las piezas claves del proyecto es el parking de Porta do Sol, que cerró sus puertas en octubre de 2015 tras expirar su concesión municipal. El Concello estudia aprovechar parte de su estructura para el túnel, lo que permitiría reducir el impacto y también el coste de la obra. En concreto, valora reutilizar la primera planta del parking y parte de la segunda -tiene tres niveles- para canalizar el tráfico. El espacio restante mantendrá su uso de aparcamiento.

Según los estudios y estimaciones que ya han hechos los técnicos, de las 253 plazas que tenía el subterráneo antes de su cierre se pasaría, tras las obras, a 140. Se daría respuesta así a la elevada demanda de aparcamiento que hay en el centro de Vigo y, especialmente, en el Casco Vello y su entorno.

Aunque reducirá la incidencia de las obras y abaratará el coste del proyecto, aprovechar parte de la estructura del parking de Porta do Sol no estará exento de retos técnicos. De entrada, el túnel necesita un gálibo de entre 3,3 y 3,6 metros, una medida que se alcanza en el forjado del primer piso del parking. Sin embargo desde el quiebro hacia Policarpo Sanz se reduce a 2,2 m. El encaje en rasante exigiría por lo tanto rectificar el forjado del primer sótano en la parte de Policarpo Sanz.

La forma del parking, que se tuerce en la mitad de su recorrido, introduciéndose fuera de la alineación de Elduayen hacia Praza da Princesa, supone otra complicación. La solución de los técnicos afectaría a la mitad de la superficie del parking, reduciendo su número de plazas en igual medida.

Otro punto clave es el tramo de Elduayen: la ocupación del falso túnel y dónde se situarían sus bocas de salida. Con el fin de reducir el impacto de las obras en las redes de servicio del barrio, los técnicos han analizado la posibilidad de concentrar los dos sentidos del tráfico en la misma sección, uno encima del otro, aprovechando la estructura del parking. Así, la salida en Policarpo Sanz sería convencional, con dos sentidos en paralelo; y la zona del parking se utilizaría para bifurcar o cruzar ambos sentidos de circulación en rasante.

El inconveniente de esa fórmula es que se ocuparía la práctica totalidad del aparcamiento. Punto este que choca con el deseo del Concello de que, tras las obras del túnel, se pueda seguir aprovechando para estacionar coches. "Esa opción resulta bastante compleja", zanjan los expertos municipales.

En cuanto al vecino parking de Policarpo Sanz, los técnicos recuerdan su proximidad a Porta do Sol y anotan que, en función del replanteo de la boca de acceso en ese lado, se podría terminar afectando a su forjado de cubierta.

Peatonalización de Porta do Sol en Vigo

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El impulso definitivo al Casco Vello

  • La nueva plaza en Porta do Sol no solo brindará a Vigo el gran espacio urbano del que carecía hasta ahora y que sí se puede encontrar en otras urbes europeas. También dará el impulso definitivo al Casco Vello al conectar su zona alta y baja, conformando una unidad sin divisiones. Una vez finalizada -a mediados de 2019, según las previsiones que maneja el Concello- se convertirá además en un referente urbanístico, directamente conectado con Príncipe.

El Concello tiene ya sobre la mesa el pliego para la redacción del proyecto. En el documento se concreta, además, que la solución por la que opte no puede afectar la cubierta de Porta do Sol y Praza da Princesa. Para embellecer y dar unidad a la gran plaza que se abrirá en pleno corazón del casco urbano, el proyecto plantea instalar mobiliario urbano, espacios ajardinados y también un pavimento con piedras que se extenderá a lo largo y ancho del conjunto.

Las obras servirán además para reordenar y mejorar la red de servicios soterrados o renovar el alumbrado, echando mano de las nuevas tecnologías de bajo consumo y de las energías renovables. De los 8,63 millones de euros que se invertirán en el proyecto, la mayor partida, de 1,71 millones, se destinará de hecho a la reordenación y el pavimentado de la zona. Otros 1,38 millones servirán para las reformas estructuras. A demoliciones y sanos se dedicarán 747.700 y a las excavaciones y labores de cimentación, unos 678.500. El estudio definitivo, con los costes y soluciones técnicas, se espera para julio.

La nueva plaza peatonal ayudará a conectar el Casco Vello alto y bajo y se enlazará con Príncipe, uno de los viales más concurridos de la ciudad y el de mayor actividad comercial. Una vez disponga del proyecto, a mediados de verano, el Concello espera aprobar el proyecto antes de que finalice agosto y licitar las obras en septiembre..