Porriño es una las localidades gallegas que mantuvo vivo el Carnaval a pesar de la censura. Con la llegada de la democracia, no solo estuvo vivo sino que lo convirtió en una de las fiestas con más popularidad de Galicia con una alta participación de vecinos, evocando las fiestas carnavaleras de sonidos caribeños.

Pero en medio de la algarabía, los porriñeses cumplieron ayer 74 años jugando a ver quien no rompe la olla, o mejor dicho quien la rompe y paga. Una tradición igual mucho más antigua pero que se juega ininterrumpidamente desde hace esos 74 años que se cumplían ayer.

Xosé Antonio Touriñán, el cómico gallego que suele llenar casi tanto como la Orquesta Panorama, fue el encargado de abrir el Entroido con un pregón divertido, donde no faltaron referencias a Porriño y al "xogo da ola".

Diversidad

La fiesta, con un programa único en toda la comarca por la diversidad de actos, cogió ritmo trepidante ya para el desfile de comparsas de la tarde. Los clásicos del Entroido de siempre y alguno más que no faltó a la cita, como Trump, Rajoy o Iglesias (Julio no, Pablo). Las calles de Porriño fueron Entroido y carnaval hasta bien entrada la madrugada, abriendo la fiesta de A Louriña y Baixo Miño.

Al desfile de ayer porriñés le sigue mañana el de Mos, donde se espera también un derroche de originalidad.