Los hoteles de Vigo arrancan 2017 con un inusitado repunte de actividad que le ha permitido incluso batir a Santiago, la ciudad de referencia en el turismo gallego. Durante el primer mes del año desfilaron por los alojamientos vigueses 22.270 turistas, casi un 30% más que en el mismo mes de 2016. Gracias a ellos los hoteles anotaron 41.400 pernoctaciones -las noches de estancia contratadas-. Son 3.000 más que las registradas en Compostela a pesar de que la urbe jubilar aventajó en 400 viajeros a Vigo.
Hay que remontarse una década, a enero de 2007, para encontrar otro mes en el que los hoteles olívicos sumen más pernoctaciones que los de la capital de Galicia. Ambas urbes suelen mantenerse a bastante diferencia y en agosto, mes turísticos por excelencia, Compostela llega a duplicar el registro vigués. En A Coruña la actividad hotelera repuntó un 5% hasta superar las 48.000 noches contratadas.
Detrás de ese repunte de actividad se esconden dos tendencias clave: el incremento sostenido de demanda que se registra desde hace meses, muy ligado al reflote de la economía; y la recuperación de los viajes de negocios. Durante los meses de temporada baja, como enero o febrero, el turismo de vacaciones casi desaparece en Vigo, dejando paso a otro tipo de clientela: empresarios, comerciales... Y en menor medida profesionales que visitan la ciudad para participar en congresos o ferias. Ambos perfiles se habían desplomado en los últimos años debido a la crisis.
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Sin embargo, desde hace algo más de un año, los hoteles olívicos anotan una ligera recuperación de esta clientela que recala en Vigo para hacer negocios, sobre todo en el naval y la automoción.
A finales de enero ese nuevo escenario dejaba una estampa curiosa en la ciudad: un nivel de ocupación del 75%, más propio de agosto que del invierno. La coincidencia de un partido de Copa con el repunte de viajes de negocios llenó media docena de hoteles del casco urbano, lo que equivale a unas mil habitaciones.
A pesar de esa situación, algunos profesionales del turismo en Vigo reconocen su sorpresa por los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En especial el repunte del 30% en la afluencia de viajeros. "La evolución es positiva y hay días puntuales en los que se llenan hoteles, pero ese incremento parece exagerado", reconoce un veterano director de hotel de la ciudad.
El porcentaje no choca en cualquier caso con los que el INE ha ido publicando a lo largo del último año. Desde hace tiempo, mes tras mes, sus resultados van dibujando una curva al alza que constata la paulatina recuperación del turismo en la ciudad. En 2016, por ejemplo, los hoteles crecieron un 20%, hasta regresar a niveles de actividad previos a la crisis.
Los buenos resultados incluso ha permitido al sector un repunte de tarifas tras haberlas desplomado en los peores años de la recesión. Con todo, un estudio de Trivago sitúa a Vigo como el noveno destino más barato en 2016.
Los datos divulgados por el INE muestran que en enero se alojaron en la ciudad 22.270 viajeros, un 30% más que el ejercicio pasado y -lo que es más significativo- muy por encima de años anteriores. Es, de hecho, el mejor arranque de año desde 2008. Las 41.377 pernoctaciones gestionadas también aventajan con mucho las de 2016: un 22,6% más. Al igual que ocurre con la afluencia de turistas, el resultado es el mejor de la década.
Como también es habitual desde hace tiempo, el repunte de clientes es mucho más acentuado entre los que vienen de otros países -un 40% más, frente al aumento del 20% en nacionales-, pese a que estos aún representan solo uno de cada cuatro visitantes.
