El Pazo-Museo Quiñones de León es una de las joyas de Vigo y además de su innegable valor patrimonial y artístico, oculta numerosas leyendas que los guías desvelan a los turistas a cada paso, al entrar en cada sala y que son imposibles de reconocer sin su ayuda. Entre las anécdotas que más llaman la atención de los visitantes del pazo es el hecho de que en una de sus habitaciones durmió Francisco Franco durante una presencia en la ciudad. También lo hizo, durante su visita oficial a España, en 1947, la popular Eva Perón, conocida como Evita. "En su momento se enseñaba incluso la cama en la que había dormido Franco pero ahora cuando lo cuentas ahora llama más la atención que también nos hubiese visitado Evita, fue una invitada de la que mucha gente se siente orgullosa", señala María Lorenzo, una de las coordinadoras junto a Ana Martín del turno de guías de Vigo, que organiza visitas en Semana Santa y en julio y agosto pero que ayer estrenaron el año con una ruta por el Quiñones de León y otra por el casco histórico con motivo de la celebración del Día Internacional del Guía de Turismo. Casi medio centenar de personas participaron en la excursión por la mañana, a pesar de tratarse de un día laborable. También la ruta de la tarde despertó una gran expectación, con 55 personas. Ambas fueron gratuitas pero con un fin solidario. Las donaciones de los participantes se entregarán hoy a la Asociación Española contra el Cáncer.

Ambas guías turísticas son reacias a desvelar las mejores anécdotas de sus rutas pero coinciden en destacar la riqueza turística de la ciudad, malentendida hasta no hace mucho por la consideración de urbe industrial. De hecho, su patrimonio industrial es "importantísimo", aseveró María. "Vigo es mucho más que el mercado de las ostras", remarcó.

Además del tesoro que supone el Quiñones de León, también el Castro es uno de los enclaves turísticos destacados, con su yacimiento que revela el origen de la ciudad, su fortificación con una impresionante atalaya y su evidente valor como mirador de la Ría viguesa.

También la historia del cable ocupa un lugar predominante para las expertas turísticas, que subrayan la importancia de Vigo como punto estratégico de las comunicaciones por cable uniendo el continente europeo con América a través de cables submarinos para las comunicaciones telegráficas. La instalación del Cable Inglés a finales del siglo XIX atrajo a extranjeros alemanes e ingleses que trajeron por primera vez deportes nuevos como el fútbol.

De la misma época son los "fantásticos" edificios eclecticistas y modernistas del ensanche, en García Barbón o Policarpo Sanz, únicos en toda Galicia elaborados además con una materia prima tan próxima como el granito.

Para las excursiones, en las que alrededor del 35 por ciento de los participantes son locales "con ganas de conocer la historia y reconocer su patrimonio", Ana y María se reservan para las excursiones -que también guían Nuria Otero, Amante Caride y María Chamadoira- muchas leyendas sobre las esquinas y recovecos de los edificios y anécdotas como "la que le ocurrió a un taxista con el rey Alfonso XIII durante su visita a la ciudad".