...    
Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Así se transformará Finca Solita en escenario cultural

La casa indiana se musealizará para acoger actividades musicales y escénicas

Estado actual de la antigua villa de tipo "indiano", vallada por motivos de seguridad. // Ricardo Grobas

El gobierno local tiene definido un proyecto para detener el grave deterioro que sufre Finca Solita y abrir la parcela a los vecinos de Alcabre que llevan años demandando su recuperación. El planteamiento de los técnicos municipales pasa por asegurar la estructura, musealizar lo que queda del antiguo caserón de tipo indiano con más de un siglo de historia y hacerlo accesible a los vigueses reservando este enclave privilegiado para acoger actividades artísticas, musicales y escénicas. Esa es la opción que se baraja tras descartarse un uso más intensivo que implicaría la reconstrucción del inmueble cedido en los años noventa al Concello de Vigo fruto del desarrollo de la urbanización a través de un plan parcial.

El proyecto está presupuestado en 234.066 euros y la intención municipal es ejecutarlo a lo largo de este año, si bien son conscientes de que la tramitación no será inmediata ya que al estar catalogada la edificación necesitan autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta. El primer paso es el estudio de las patologías del inmueble, la consolidación de las ruinas existentes y luego se plantea una "mínima intervención" para proporcionar accesibilidad a los vecinos y volver atractiva la construcción para que se integre en el entorno.

El informe realizado por el Concello alerta de su mal estado de conservación debido a la "falta de protecciones frente al agua", el desprendimiento de parte de la construcción y la degradación de los materiales. Por este motivo el primer paso será asegurar lo que queda en pie para evitar riesgos y permitir un acceso seguro de los visitantes a esta vivienda de finales del siglo XIX conocida durante años como Finca Cabrera o Finca de la Señorita Nena, en alusión a la juventud de Antonia Pequeño Pequeño, joven de la alta sociedad viguesa que se convirtió en la única propietaria tras la muerte de su marido militar en abril de 1894.

En el año 2006 el gobierno del PP planteó recuperar el inmueble como centro social y poco después el equipo de Abel Caballero estudió la posibilidad de reutilizarlo como escuela infantil. Los vecinos de Alcabre también propusieron instalar allí una biblioteca. Fueron muchos los usos que en estas dos décadas se han planteado para la construcción, la más reciente hace un año con la posible colaboración entre el Concello y la Diputación para ubicar un vivero de empresas y un centro de apoyo al empleo juvenil.

Pero el mal estado de la propiedad recomienda apostar por "usos públicos de bajo impacto", tal y como consta en el proyecto que tiene sobre la mesa el gobierno local y que apuesta por la utilización de la ruina "como medio para garantizar su conservación". Se quiere convertir Finca Solita en un espacio visible y accesible que funcione como una especie de "salón urbano" que podría acoger conciertos o actuaciones escénicas.

El proyecto municipal prevé arrancar la rehabilitación desmontando las piezas de los muros en mal estado, los forjados con corrosión y el pavimento para luego excavar e impermeabilizar la base. El plan que se remitirá a Patrimonio contempla la recolocación de las piezas desplazadas o las que se han desprendido de forma natural en muros y pórticos y se rellenarán los posibles huecos donde no se conserve la piedra original.

El Concello incluye la reconstrucción de forjados de la primera planta, en pésimo estado, y la reforma de la terraza transitable y las gárgolas abiertas de evacuación de aguas. La actuación prevé pavimentar los recorridos accesibles del interior con hormigón e incluye un proyecto de iluminación "para poner en valor la ruina y como sistema disuasorio anti vándalos".

Del origen de la también denominada Finca Cabrera, según informe de la historiadora Andrea Serodio, poco se sabe con exactitud más allá de que existía en 1879 cuando se instalaron en ella Enrique Rodríguez Cabrera y la ya mencionada Antonia Pequeño Pequeño. Fue ella la que en 1925 solicitó licencia al Concello para reconstruir parte del muro de cierre de la finca, añadió la galería y construyó el mirador y la capilla anexa con clara influencia del estilo neogótico que podría venirle de la iglesia de Santiago de Vigo que se levantó entre 1896 y 1908.

Tras su muerte la finca pasó a manos de sus criadas y en los años 60 la compró el promotor inmobiliario José Espiña Muradás que pretendía urbanizar la zona, pero no fue hasta 1993 con el nuevo PXOM cuando se permite construir la urbanización en la que como compensación se cedió el antiguo caserón al Concello para destinarlo a usos públicos. Más de veinte años después podría cumplirse aquella vieja aspiración.

Compartir el artículo

stats