Rosalía de Castro sigue visitando algunos rincones del Casco Vello. El histórico barrio todavía alberga en su interior numerosos secretos sobre su forma de pensar y escribir. El Concello, aprovechando que el viernes se cumplen 180 años de su nacimiento, organizó un paseo literario homenajeando su figura. La incesante lluvia no freno a los más de 40 amantes de las obras de la escritora gallega que acompañaron al guía, Xurxo Martínez, durante más de hora y media. "Me aficioné a la historia mientras hacia mi doctorado en Filología gallega y es imposible no pretender indagar sobre todo lo que rodea a la gran poetisa de nuestra comunidad", explicó Martínez.

La ruta comenzó en el Paseo de Alfonso XII. El lugar no fue escogido al azar, y es que el olivo que se encuentra en la zona otorga una personalidad propia a la ciudad, tal y como sucede con los poemas que escribió la autora compostelana. "Son dos claros ejemplos de una identidad colosal", apuntó el guía. Entre los visitantes se encontraban Rosa Sestelo y Rexina Barros, dos estudiantes del programa para mayores de la Universidad de Vigo que no quisieron perderse la oportunidad de conocer la herencia de Rosalía. "Estamos formándonos y entender lo que significó esta gran poetisa nos va a ayudar a mejorar", comentó la primera. "Me encanta escribir y no existe un mejor ejemplo que el suyo", añadió la segunda.

Todos los presentes se adentraron en las profundidades del Casco Vello, lugar que visitó la literata durante unos meses a finales de 1961. "Aquí se empapó de los cantares populares y los trasladó a sus poemas. Tuvieron mucha influencia en toda su obra", señaló el guía. Una de las paradas de la ruta fue en la calle Eduardo Chao, una familia que tuvo una importancia capital en la carrera de Rosalía. "Fue el propio Eduardo quien financió su primer libro en Madrid tras escucharla recitar en un salón literario de la capital", indicó Martínez.

El rostro de todos los concurrentes se iluminó ante las puertas de la antigua imprenta de Juan Compañel, situada en la calle Real. "Aquí se imprimió 'Cantares Gallegos'", murmuraban dos de los visitantes. No está confirmada la fecha exacta de su publicación, pero se toma la que figura en la dedicatoria del poemario a Fernán Caballero, firmada el 17 de mayo de 1863, data que marca el Día de las Letras Gallegas. El recorrido siguió hasta la antigua sede de la imprenta de Ángel Lema, donde comenzó a imprimirse FARO tras su creación en 1853.

Tras más de hora y media de intensa caminata, los visitantes terminaron la ruta en la Plaza de la Constitución, donde todos mostraban su satisfacción por la experiencia vivida en el Casco Vello. "Queda demostrado que Vigo no solo tiene industria, sino que la ciudad también es muy cultural", relató Antolín Fernández, vecino olívico.

El homenaje a Rosalía de Castro continúa mañana con una charla sobre la autora en la Oficina Municipal del Distrito del histórico barrio y durante el resto de la semana con la decoración de numerosos paneles publicitarios con la figura de la gran escritora gallega del siglo XIX.