"Todo lo que había en la cuenta conjunta con mi tía, yo lo reinvertía en ella. Era su recadero, no me quedé nada para mi". Así se explicaba un acusado de adueñarse del dinero de su tía durante el tiempo que estuvo a su cuidado. El fiscal y la acusación particular lo consideran autor de un delito de apropiación indebida continuada. El Ministerio Público solicitó para él en su escrito de acusación la pena de 2 años de prisión además de la devolución de las cuotas presuntamente sustraídas.

Según se explica en dicho escrito, tía y sobrino compartían una cuenta bancaria de la que se retiran 12.000 euros con los que se contrata una plazo fijo a nombre de ambos. Pasado un tiempo, el varón "con ánimo de obtener un ilícito beneficio económico" amortiza el plazo fijo y empezó a retirar el contenido de la misma. El hijo de la mujer, ya fallecida, asegura que su madre nunca tuvo "intención" de dejarle nada a su sobrino. "Nunca me dijo que quisiera dejarle dinero a mi primo", reconoce el hombre, personado en la causa como acusación particular.

El acusado, por su parte, aseguró que él compartía las cuentas con su tía porque "ella no se fiaba de su hijo, decía que si no me metía ahí, se quedaría sin funeral. El dinero que saqué fue para darle un buen entierro", concluyó el acusado. "