La sociedad estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes) del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente iniciaron esta mañana los trabajos para unir la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del Lagares con los colectores generales de la ciudad. De esta manera, según anunció el propio ministerio, comienza a funcionar "en pruebas" durante un período de dos meses antes de de empezar la fase de puesta en marcha, que se extenderá al menos un año.

La infraestructura de saneamientos, construida durante los últimos cuatro años en la misma parcela que la antigua depuradora de Coruxo, incorporó hoy un colector en su actual ubicación, mientras que el próximo sábado se conectará definitivamente el colector de margen de ría. Los siguientes trabajos que se llevarán a cabo serán los de conexión de los colectores de margen del río Lagares.

Para permitir la entrada de agua residual a la nueva planta de tratamiento de aguas, se realizaron en estas últimas semanas las conexiones de los colectores actuales con las nuevas conducciones que se ejecutaron como parte de las obras. Dentro de estas nuevas conducciones destaca como principal elemento el colector de llegada, una tubería de 2,5 metros de diámetro y unos 420 metros de longitud que desde el margen derecho del Lagares cruza bajo la marisma hasta llegar a la nueva EDAR a unos 15 metros de profundidad. Además, Acuaes instaló varios tramos del emisario submarino que porta las 62 boquillas difusoras que desaguarán a la ría las aguas tratadas en Coruxo. En total consta de dos partes: una terrestre, con una longitud de 776 metros, y otra submarina, de 3.016 metros de longitud.

"Las obras de ampliación y mejora de la EDAR tienen como objetivo el tratamiento de las aguas residuales conducidas por la red de colectores para evitar los alivios directos a la desembocadura del río Lagares, consiguiendo así que la calidad del efluente cumpla con los límites exigidos por la Unión Europea", explica el Gobierno central.

La nueva depuradora del Lagares es capaz de admitir caudales de hasta 12 m³/s y tiene una capacidad de tratamiento en términos de contaminación de hasta 800.000 habitantes. Así, la puesta en marcha definitiva llega casi un año después de lo anunciado inicialmente por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.