La cuarta misión espacial de la Universidad de Vigo ya está en marcha. El cuarto satélite diseñado en el campus, el Lume 1, será lanzado al espacio en abril o mayo de 2018 para combatir los incendios forestales dentro de un proyecto europeo que combina la tecnología de los cubesat con los drones y en el que también participan la Universidad de Oporto y el CNRS francés.

La iniciativa, que cuenta con una financiación de casi 2 millones de euros, se desarrollará durante los próximos tres años y fue presentada esta mañana en el campus por el rector vigués y los investigadores responsables. Salustiano Mato destacó el "salto cualitativo" que supone la coordinación de los satélites y los vehículos aéreos no tripulados para frenar uno de los "problemas históricos y más importantes" de Galicia, la "dilapidación" de sus bosques. También confió en que el cuarto satélite "termine de convencer a las instituciones" de que el sector aeroespacial es "un camino viable" que soluciona "los problemas del día a día".

El proyecto FIRE-RS será codirigido por Fernando Aguado y José Antonio Vilán, responsables de la Agrupación Aeroespacial y el grupo CIMA, respectivamente. El cuarto satélite será una "evolución" de sus tres predecesores, aunque más complejo. Dispondrá de dos unidades y tres cargas útiles, y orbitará a una distancia de 550 kilómetros. Su ámbito de acción incluirá a Galicia, Portugal y Francia.

El sistema no solo detectará los incendios, sino que permitirá predecir su evolución y aspira a convertirse en "una herramienta más" para los agentes implicados en la extinción en los tres países involucrados en el proyecto.

Aguado, que destacó el "bagaje" adquirido en la última década, explicó el funcionamiento del sistema, acompañado de sus colegas de Oporto y Francia. Los sensores de tierra enviarán una alerta inmediata al satélite cuando detecten un incendio. Una vez determinadas las coordenadas , su perímetro y las predicciones meteorológicas, los drones serían enviados a la zona para obtener más información. Los datos y las imáganes recabadas por los aviones no tripulados y el "cubesat" facilitarán la elaboración de simulaciones y planes de extinción.

Además, según apuntó el propio Aguado, las brigadas podrán solicitar determinados datos cuya búsqueda será incluida en el plan de vuelo de los aviones.

El sistema no solo funcionará como una herramienta de lucha, sino también como "elemento disuasorio" pues permitirá identificar a los autores de los incendios.

La fase de diseño del cuarto satélite vigués está a punto de finalizar, y su integración arrancará en dos o tres meses. Una vez en el espacio, tendrá una vida útil de un año para poder testar todo el sistema de teledetección.