La AP-9 es una de las autopistas de peaje con mayor densidad de tráfico de España. La tercera o la sexta, dependiendo del criterio que se emplee. Según un estudio elaborado por Fomento, el año pasado circularon por la Autopista del Atlántico una media de 22.659 vehículos diarios. En su análisis, el ministerio analiza 28 concesiones repartidas a lo largo y ancho del país. Y en ese listado la AP-9 ocupa el sexto puesto. Sin embargo entre esa treintena de viales se incluyen varios que forman parte, en realidad, de una única autopista: la AP-7 (o Autopista del Mediterráneo),que a lo largo de sus más de mil kilómetros es gestionada por distintas empresas. Si esas diferentes concesiones se consideran una única autopista, la AP-9 sería el tercer vial de pago con más tráfico del país. Solo lo supera el corredor del Mediterráneo y parte de la AP-6.

Los datos de Fomento revelan que el año pasado la AP-9 registró un repunte de tráfico de casi el 4%, lo que supone 790 vehículos más cada día. Durante el verano el incremento llegó a duplicarse. En agosto, por ejemplo, circularon a diario por su asfalto 1.600 coches más que en 2015. Del total de 22.658 vehículos, unos 1.900 eran camiones.

Aunque el conjunto de la autopista gallega -que suma 219,6 kilómetros- ganó tráfico, no todos sus tramos evolucionaron igual ni soportaron la misma densidad de usuarios. Rande, puerta de entrada y salida a Vigo para miles de conductores, registró el año pasado unos 56.300 vehículos diarios, más del doble que la media de la AP-9.

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La Autopista del Atlántico no solo destaca en el mapa español por su tráfico. También lo hace por las molestias que ocasiona su ruido en miles de vigueses. Otro informe elaborado por Fomento revela que el tramo de acceso de la AP-9 en la ciudad ostenta el dudoso honor de ser el que somete a más población a contaminación acústica. Dos mil vecinos que viven cerca del vial soportan niveles excesivos de ruido.

A pesar de esa situación, y de que la densidad de tráfico está vinculada con los ingresos de la concesionaria (Audasa), los afectados de Teis y Chapela esperan desde hace años por medidas que palien el ruido.