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Objetos perdidos

El niño Jesús busca a su propietario

Bicicletas, gafas, armas y figuras religiosas llenan el almacén de objetos perdidos de las dependencias de la Policía Local

Muchas familias decoran sus hogares durante la Navidad con la figura del niño Jesús. La Policía Local lo hace justo después. La efigie cristiana es uno de los cientos de objetos que se encuentran en las dependencias que el cuerpo municipal tiene para guardar los objetos perdidos de toda la ciudad. También hay bicicletas, muebles, maletas e incluso armas, muchas de ellas procedentes del juzgado y a la espera de ser enviadas a la Subdelegación del Gobierno pontevedrés. "El goteo de enseres es continuo, porque además de lo que nos envía la justicia también nos llegan cosas de Vitrasa, Renfe y de usuarios anónimos", señala el responsable del almacén policial.

Hasta los bajos del estadio de Balaídos, que es donde se encuentra la oficina, acuden todos los días decenas de ciudadanos que reclaman algún objeto extraviado. "La gente viene a por su cartera o sus llaves, pero el resto de piezas se pueden pasar aquí meses o incluso años", señala el policía destinado en el almacén, quien añade que "cada trimestre me veo obligado a donar cosas porque con la humedad que hay aquí muchas de ellas se pudren".

Desde la aparición de la crisis económica, la lista de pertenencias que hay en el depósito se ha reducido considerablemente. "Hace años, cuando la gente se deshacía de muebles o ropa nadie los cogía, pero ahora no duran ni cinco minutos en la calle", explica el agente. Algunos de los enseres que permanecen en las dependencias de Balaídos pero nunca reciben la visita de sus dueños son enviados a distintas oenegés de la ciudad para que puedan ayudar a los más necesitados.

El producto estrella de la oficina son las gafas. Allí se cuentan por decenas. De todos los colores, modelos y estilos. "Parece ser que es el objeto más fácil de perder", bromea el agente.

Una parte de los usuarios que se acercan hasta el almacén solicitando un artículo perdido intentan engañar al encargado del lugar para llevarse algo que no les pertenece, aunque no lo tienen fácil. "Listillos hay en todas partes, pero a muchos de ellos ya se les ve venir", explica el policía, quien añade que "todos las piezas están registradas y van acompañadas de su fecha de llegada, por lo que además de una descripción el dueño nos tiene que señalar un día y un mes para poder llevarse lo que en teoría es suyo".

Dos son los principales inconvenientes que existen en el almacén de objetos perdidos de la Policía Local. Por un lado la extrema humedad de la habitación, situada debajo de la grada de Marcador. Por el otro, las dificultades que ponen las compañías telefónicas para encontrar a los dueños de los móviles que llegan hasta las dependencias policiales. "No entienden que no quiero saber quién es el propietario del terminal y que sólo busco que le avisen", denuncia el agente.

Mientras los aficionados del Celta celebran los goles de Aspas, Orellana o Guidetti, numerosos objetos sin dueño llegan a Balaídos a la espera de que la estancia sea breve y pronto puedan regresar a su hogar.

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