"Cientos de pasajeros utilizaron por primera vez el tranvía entre A Ramallosa y Gondomar". Era el 14 de febrero de 1927 y el Decano destacaba la importancia de que este trayecto se abriera de forma definitiva. Era muy esperado y deseado por todos los habitantes de la zona. Un año antes, se había puesto en marcha la conexión hasta Baiona. Por lo tanto, ya era posible viajar desde Vigo hasta Nigrán, Baiona, A Ramallosa, Baiona y Gondomar. Un logro histórico y que contribuyó de manera decisiva a la economía de la zona. Pero fueron muchos años de espera.

Martín Echegaray fue uno de los principales impulsores de toda la conexión a través de vías en la zona del Baixo Miño. Pero la tarea no fue sencilla. Se invirtieron millones de pesetas en poder desarrollar un proyecto que nació en 1888 cuando se realizó el estudio del campo. Curiosamente, el primer nombre que se le dio a la iniciativa era el de Caminos de Hierro. Pero tuvieron que pasar muchos años hasta que se concretara. Numerosas modificaciones en el trazado, falta de dinero en las inversiones, permisos oficiales y también distintas trabas burocráticas provocaron constantes retrasos.

Los responsables municipales de varios ayuntamientos se mostraban "entusiasmados" con la posibilidad de disponer de una conexión ferroviaria con Vigo. A finales del siglo XIX existía un gran movimiento de personas que acudían a la ciudad a vender sus productos. El viaje se realizaba en carros y en condiciones penosas, sobre todo en el invierno. En ese periodo del año, muchos utilizaban la que hoy es la carretera de Vincios. Pero este vial, a pesar de ser renovado casi de forma constante, se encontraba en mal estado.

Con el paso de los años se creó la conexión ferroviaria. Vigo quedó comunicado, en un día que pasará a la historia de la ciudad, con A Ramallosa. Comenzaba a ver la luz el proyecto. Quedó para más tarde la conexión con Baiona, convertido ya en un centro turístico. Fue en 1926. Mientras tanto, se realizaban los trabajos para llevar el tranvía a Gondomar.

Fue en el mes de febrero de 1927 cuando se realizó esa conexión. Quedaba cerrado el círculo y también la importante mejora del transporte en el Baixo Miño. Este trayecto, de poco más de cinco kilómetros, dinamitó la economía de la zona.

A Ramallosa era el centro de conexión principal. Allí existía un cambio en el trayecto. Los habitantes de Gondomar podía optar por continuar hasta Vigo o dirigirse a Baiona. Supuso una transformación total en la forma de viajar. Muchos podían ya vender sus productos, sobre todo agrícolas, en diversos mercados sin tener que pasar las penalidades el transporte por carretera.

Los tranvías estaban diseñados para llevar personas, pero también mercancías. Uno de los vagones estaba destinado casi en exclusiva a esta tarea. Al igual que sucedió con otros tramos, la empresa tenía la concesión durante 99 años del trayecto y el Gobierno le pagaba una importante cantidad de dinero por el transporte de la correspondencia. El precio del viaje entre Vigo y A Ramallosa era de 12 pesetas, Se tardaba más de una hora en realizar el viaje. Un tiempo muy inferior al que se empleaba por carretera. Además de ser utilizado por los comerciantes, también era usado por los turistas durante los fines de semana.