Un total de 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad y un año y un día de alejamiento con respecto a su expareja por un delito de coacciones leves. Ésta es la pena que aceptó ayer un vecino de Vigo en el Juzgado Penal 3 por acosar a llamadas telefónicas y mensajes a la víctima, incluso de madrugada, para que retomase la relación con él.

La Fiscalía relata que el hombre telefoneó algunos días a la perjudicada más de 60 veces y que en una de esas jornadas llegó a realizar 130 llamadas. Además, en un campo de fútbol donde habían quedado para que la mujer le entregase a los dos hijos que tenían en común, él la insultó tanto en ese momento como cuando después estaba con unas amigas, insistiéndole en que volviese con él al domicilio familiar.