El alcalde de Vigo mantiene su preocupación por el futuro de la estación de Thom Mayne y la terminal de autobuses anexa que corresponde ejecutar a la Xunta. Abel Caballero recordó ayer al Gobierno gallego que la intermodal "lleva siete años parada" y que no ve la necesidad de condicionar la adjudicación del Centro Vialia por parte de Adif a la tramitación conjunta de ambos proyectos al amparo de la denominada ley exprés. "En lugar de atender a los intereses de la ciudad y darle el visto bueno a la reforma urbanística decide que se pare el proceso para que cuando el diseño de la estación de autobuses esté listo se inicie la tramitación conjunta", denunció el regidor tras anunciar el lunes la Consellería de Infraestructuras el inicio del procedimiento por la ley 3/2016 que podría prolongarse un mínimo de seis meses.

El Ejecutivo gallego confía en disponer de todos los informes sectoriales favorables para el mes de agosto, pero Caballero mantiene que como él pidió el pasado jueves, la Xunta podría haber despejado cualquier incertidumbre legal sobre el proyecto a Adif, promotor de la actuación en Urzáiz, para que siguiese adelante con la adjudicación del complejo comercial por más de 83 millones de euros sin esperar ahora a tener avanzada la tramitación urbanística, exigencia que Fomento impuso de forma sorpresiva hace una semana.

Desde el Concello consideran que las explicaciones desde Santiago y Madrid no son convincentes y el alcalde mantuvo ayer su convencimiento de que se podía haber dado luz verde al contrato con Inmochan y después ultimar el proyecto de la estación de autobuses que ronda los 10 millones de euros y que corresponde abonar a la Xunta. En los próximos días el proyecto de integración conjunto de ambas terminales se remitirá a Praza do Rei porque corresponde al gobierno local someterlo a exposición pública, recoger alegaciones y emitir un informe preceptivo en el que hacer constar su propuesta de cambio para reordenar el tráfico en los accesos al Centro Vialia.

Tras las críticas de Caballero por este último "retraso" de medio año, la Consellería de Infraestructuras salió ayer por la tarde a insistir en que la ley exprés para proyectos de especial interés público es "la única alternativa para impulsar actuaciones en Vigo mientras no se aprueba un nuevo Plan Xeral". Desde Santiago recuerdan además que en enero de 2016 Xunta, Fomento y Concello de Vigo "acordaron abordar conjuntamente la solución uWrbanística mediante su tramitación como un proyecto conjunto", en alusión a Mayne y la terminal de autobuses.

La Xunta incide en un comunicado en que después de trabajar en el encaje de ambos diseños, esta semana inició la tramitación urbanística "inmediatamente después de recibir la solicitud de Adif al respecto", pues correspondía al administrador ferroviario iniciar el procedimiento de manera oficial.