En el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, con un volumen de unas 18.000 primeras consultas con el especialista al mes, solo nueve personas solicitan una segunda opinión médica cada 30 días. Desde que entró en vigor la nueva normativa al respecto recogida en la Lei de Garantías sanitarias, en mayo de 2015, han recurrido a esta posibilidad pacientes de 23 servicios del Chuvi. La mayor parte, por trastornos neurológicos.

Para hacerse una idea de lo poco que recurren los usuarios del Chuvi a esta posibilidad -lo que se podría traducir como confianza en sus profesionales-, se pueden comparar las solicitudes con el volumen de casos nuevos que llegan a sus consultas. Solo en los diez servicios de los que partieron un mayor número de peticiones -suman el 75% del total- reciben cada mes más de 7.000 pacientes nuevos, según datos del primer semestre de 2016.

Pueden optar a este derecho los pacientes que ya disponen de un primer diagnóstico completo o una propuesta terapéutica y su finalidad es contrastarlos para adoptar una decisión entre las opciones clínicas disponibles, en todos los casos de cáncer, en las enfermedades neurológicas inflamatorias y degenerativas invalidantes y en enfermedades raras. El decreto de 2015 también incluyó la posibilidad de volver a pedirla si reaparece el tumor o si surge un nuevo tratamiento.

De los 188 solicitudes que se presentaron en los veinte primeros meses de la nueva normativa, el 51% cumplieron los requisitos, fueron aceptadas y citadas. En cambio, se rechazaron un 42%, se anularon más de una décima parte y cinco están pendientes de que les den una fecha.

El Servicio de Neurología es el que más peticiones concentra. En concreto, una de cada cuatro. Y es que, además de para los cánceres neurológicos, la segunda opinión médica se puede solicitar para enfermedades neurológicas inflamatorias y degenerativas invalidantes, como son la esclerosis múltiple (EM) y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Supera a las que parten de oncología -un 11% del total-. Como explicación a esta situación, fuentes del Sergas exponen que los trastornos neurodegenerativos, además de su dureza y de la gran preocupación que ocasionan, no exigen actuaciones tan inmediatas como un cáncer y las decisiones se pueden tomar de una manera más pausada. Sin embargo, en los tumores malignos, los pacientes quieren empezar cuanto antes con la terapia.

Cirugía General y Neurocirugía ocupan el tercer y cuarto puesto, empatando en solicitudes -el 8,5%-, pero ya son menos de una al mes. Les siguen Traumatología -el 4,8%-, Cardiología -4,2%-, Urología y Pediatría -el 3% cada una-, Hematología -2,7%-, Digestivo -2%- y otras trece.

Solo diez usuarios renunciaron a la posibilidad de elegir al médico de la segunda opinión. La mayoría, un 56%, optaron por profesionales del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. Le sigue, pero a mucha distancia, el coruñés -el 7,7% de las peticiones-. Doce optaron por Povisa -el 6,4%- y seis, por otros centros privados -.3,2%-. Casi uno de cada cinco -el 18%- requirieron ser vistos en centros públicos de fuera de la comunidad. La Lei de Garantías Sanitarias establece que estos informes serán emitidos, "siempre que sea posible", por los centros del Sergas, pero acepta que en casos "excepcionales" se recurra a los de fuera de Galicia si el primer diagnóstico o propuesta terapéutica se emite en el único hospital público gallego competente en la materia.

No hay un plazo temporal para ejercer este derecho desde que se ofrece un diagnóstico completo o una propuesta terapéutica. La Administración sanitaria sí tiene el compromiso legal de responder las solicitudes en un máximo de diez días hábiles y, una vez concedida, la segunda opinión se hará en un plazo de quince jornadas.

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