La falta de testigos, ausencia de partes médicos o negativas de la víctima a declarar. Estas razones están detrás de uno de los problemas más notorios con los que cuenta el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo: el elevado número de causas que acaban siendo archivadas. Según los datos estadísticos que maneja el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con respecto al año 2016, ocho de cada diez causas en este tribunal vigués fueron archivadas por falta de pruebas al no quedar justificada la perpetración del delito. Estos sobreseimientos son provisionales, la magistrada puede volver a reabirlos y proseguir con la investigación del ilícito. Y esto ocurre en la gran mayoría de casos.

Desde que se empezó a aplicar la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, los plazos en las instrucciones se acortaron a los seis meses. Al ser este tribunal especialista en malos tratos uno de los que más asuntos tramita en el día a día, muchas causas tuvieron que ser archivadas ante la falta de información inmediata que permita continuar con la investigación. "Ahora mismo estamos tramitando 400 asuntos, cuando en un juzgado de instrucción normal no llegan a la centena. Con la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, los plazos se acortan por lo que tenemos que archivarlos provisionalmente hasta que lleguen las pruebas solicitadas, especialmente informes médicos", explica la titular del Juzgado de Violencia, María Paz Filgueira.

Explican además que los sobreseimientos que se contabilizan en un año pueden corresponder a casos de años atrás, al igual que los asuntos que tramitan. "Esta puede ser una de las causas por las que los índices de sobreseimientos provisionales son tan altos".

Aunque apunta Filgueira que el número de mujeres que se retractan y retiran la denuncia una vez presentada se redujo de forma notable, diferentes letrados ven este motivo una de las razones del alto número de archivo de causas. "Igual no retirar la denuncia, sin embargo se acogen a su derecho a no declarar. Al no tener la declaración de la víctima, especialmente en casos de violencia doméstica donde no hay más testigos que la presunta agredida y el agresor, es muy complicado demostrar los hechos", explica el letrado Guillermo Presa. Misma opinión comparte otro abogado en materia de violencia de género. "Es la palabra de uno contra la del otro. No hay más personas presentes, acaso que se produzca el maltrato en plena calle, por lo que si no se cuenta con la declaración de la víctima o de un parte de sanidad, resulta difícil demostrar el maltrato", avanza.