La conselleira de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, Beatriz Mato, aseguró ayer que la próxima se llevará al Parlamento gallego para su aprobación la Ley de medidas en materia de urbanismo para facilitar la concesión de licencias en aquellos municipios que como el caso de Vigo tienen el plan urbanístico anulado. Sin embargo, Mato instó expresamente al Concello a "que no busque más atajos, porque no hay otra solución definitiva que un nuevo Plan General" y le apremió a "ponerse las pilas" con su elaboración.

"Ya llevamos 14 meses, y ya podría estar hecho el borrador", reconvino la conselleira, antes de presidir en la delegación de la Xunta en Vigo una reunión para explicar el contenido de la ordenación provisional en materia urbanística que incorpora la ley de medidas fiscales y administrativas.

La conselleira justificó el encuentro para explicar las características técnicas de la medida, por lo que invitaron a agentes económicos y sociales de la ciudad como los grupos municipales de PSOE, PP y Marea. Los socialistas rehusaron acudir.

Mato mantiene que la nueva ley "dará más seguridad jurídica y permitirá que determinadas zonas sigan desarrollándose y se puedan acortar los plazos". "La Xunta está con Vigo, está respondiendo e intentando resolver sus problemas, no sólo de las grandes inversiones, sino también los de particulares y pequeños empresarios", explicó.

La conselleira quiso advertir, sin embargo, al gobierno vigués que no se trata de "un atajo, todo lo contrario", y apeló al concello a que "no pierda el tiempo, se ponga las pilas y trabaje a destajo en el desarrollo del PGOM". "Queremos que los ayuntamientos que usen esta medida provisional no se duerman en los laureles", añadió.

"Poco presentable"

Al ser cuestionado por la cita promovida por Mato, el alcalde Abel Caballero afirmó que no asistió porque no acude a "reuniones de propaganda política". "La convocatoria era poco presentable y la reunión era pura propaganda política", criticó. Sobre la propia la ley, avisó que no da el trámite por acabado, ya que todavía falta su aprobación en el pleno del Parlamento y pueden considerarse enmiendas. En todo caso calificó la ley de " una norma muy mejorable".